Papás de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hicieron una parada en el Antimonumento +43 y pronunciaron en voz alta el nombre de sus hijos.
Alondra Reséndiz
A siete años de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, madres y padres encabezaron la marcha conmemorativa en la Ciudad de México para exigir verdad y justicia por lo ocurrido la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre.
Entre las cientos de personas que caminaban del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, se encontraban normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, y de otras Escuelas Normales Rurales del país que recordaban con consignas la ausencia de sus 43 compañeros.
Como un acto simbólico y de memoria, los papás de los jóvenes desaparecidos hicieron una parada en el Antimonumento +43 y pronunciaron en voz alta el nombre de sus hijos.
Emiliano Navarrete, papá de José Ángel Navarrete González, lamentó que Minerva Bello, Tomás Ramírez, Saúl Bruno y Bernardo Campos -padres de normalistas- hayan muerto sin conocer qué pasó con sus hijos.
“En esta lucha hemos tenido bajas como padres y como madres, y eso duele, lastima, han fallecido compañeros y compañeras. Pero aquí quiero decirles a mis compañeros que ya no están con nosotros, que nosotros los que estamos aquí no vamos a dar un paso atrás jamás, hasta saber la verdad. Y si tenemos que morir, tenemos que morir, pero de pie y exigiendo justicia por ellos y por nuestros hijos hasta saber dónde están y qué pasó con ellos”
Familiares de Martín Getsemany Sánchez García, uno de los normalistas desaparecidos, sostuvieron una manta grande con las palabras “7 años sin justicia” y que contenía fotos de los rostros de los 43 jóvenes.
Angeles Sánchez, hermana de Martín, dijo que nada ha sido igual para su familia los últimos siete años. Recordó que Martín entró a la Escuela Normal para salir adelante y enfatizó que no dejarán de buscar la verdad.
“Nosotros somos hermanos de Martín Getsemany y nos duele en el alma ver cómo nuestra madre se nos está yendo día a día, cómo se nos acaba, cómo no hay un momento en que ella tenga paz y tranquilidad por no saber dónde está su hijo. No es posible que dando indicios, informes de las patrullas en las que se llevaron a los chicos, de cómo sucedieron todos los acontecimientos, de tantísima gente detenida, no es posible que a estas fechas el gobierno no tenga nada certero.”
El sacerdote Filiberto Hernández, de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, que acompañó a los familiares de los normalistas con una veladora roja en las manos, mencionó mientras caminaba que hasta que no haya justicia no habrá paz.
“Las exigencias siguen siendo la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos y también la justicia para aquellos que participaron en estos hechos. La exigencia para este presente gobierno es que no tenga miedo de actuar en contra del Ejército y de la propia Fiscalía General.”
Este 27 de septiembre, en Iguala, Guerrero, colocarán una ofrenda floral en la Estela de los Caídos para conmemorar los siete años de los lamentables sucesos que ocurrieron ahí.
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