La agrupación nació con dos estudiantes de secundaria en Monterrey que tenían un mismo objetivo: tocar en vivo para miles de personas. Hoy, su música ha llegado a casi todo el país, a Estados Unidos y España.
Escucha nuestra conversación con los integrantes de Serbia con la producción de Rafael Rosales
Francisco Juárez
La llamada guerra contra el narcotráfico del expresidente Felipe Calderón significó un antes y un después para México y su población.
La estrategia de seguridad que tenía como propósito combatir los grupos criminales, sólo incrementó la violencia en entidades como Sinaloa, Tamaulipas y Nuevo León cuyas poblaciones poco a poco dejaron de asistir a restaurantes, comercios, bares y conciertos.
En medio de este panorama, un grupo de jóvenes de secundaria, encabezados por Ernesto Ortíz, formaron una banda con un objetivo: tocar frente a miles de personas en un show en vivo. Este fue el inicio de Serbia.
Serbia, en medio de la guerra contra el narco
La agrupación originaria de Monterrey comenzó en bares y lugares poco concurridos para darse a conocer.
Juan Pablo García, guitarrista de Serbia, recuerda que tenía que mentirle a su mamá y papá para poder salir y tocar de noche en la ciudad.
“Nosotros estábamos muy chavos y tontos también. Salíamos a tocar a las zonas calientes como era en ese entonces en Monterrey el barrio antiguo. Café Iguana estaba cerrado, lo acababan de balacear, con eso te digo todo. No sé ustedes, pero yo me escapaba. Yo decía que iba a ensayar a casa de Neto (Ernesto) y pues no. Gracias a Dios nunca nos pasó nada”.
Durante este tiempo Serbia tocó en lugares que iban de malos a horribles. Uno de ellos fue el Escoces Bar, un inmueble que recuerdan con amargo cariño, pues las deficiencias del lugar fue una experiencia para sobreponerse a las adversidades.
“Teníamos que traer stands de micrófono, uno para Neto, yo mi ampli, Lalo su ampli de bajo. Dani armar una batería alrededor de ese bombo. Luego yo me di cuenta hace mucho platicando con un amigo ‘oye cuál fue el peor lugar’ ah, pues el Escoces. Y me dijo, ¿cómo? ¿Ese no era un lugar de comedia? Y le digo wey, el lugar es comedia. El lugar es una burla. Pero, estos lugares nos dieron mucho callo para apreciar lugares más chidos con gente y sin riesgo de ser asesinados por el narco”.
A 10 años de este complicado inicio, los integrantes de Serbia sólo han sufrido un incidente menor relacionado con la violencia. Sin embargo, no se arrepienten de nada.
Para Ernesto Ortíz, vocalista de la banda, llevar la música a lugares afectados por la inseguridad les causa satisfacción porque son las regiones a las que más les beneficia estos conciertos.
“Creo que solamente un concierto no hemos dado porque sí nos dijeron que al lugar donde íbamos se había puesto así, pero no nos hemos limitado. Yo creo que esa es la gente que más necesita esos conciertos ¿no? La gente donde no viene nadie por la violencia, están preocupados, entonces vas y das un buen concierto y les haces la semana o el mes”.
Los punks y los emos: las bases de Serbia
Como muchos millenials, los integrantes de Serbia crecieron influenciados por los movimientos culturales de los emos y la música que se apropiaron.
Panda, My Chemical Romance o Panic at the Disco son algunas de las bandas que definieron su estilo.
Pero, el punk-rock también fue parte de su desarrollo profesional. Por ello, su baterista Daniel Vázquez celebra que Serbia forme parte de este nuevo impulso al estilo musical con el que convivieron en su adolescencia.
“Pues es que nunca se fue, ahí estuvo sólo hubo otras cosas en tendencia. Ahorita estamos en un momento increíble para traerlo de vuelta. En Estados Unidos, en Inglaterra se está haciendo viral el punk-rock, el emo”.
Conectar con las nuevas generaciones: el objetivo de Serbia
Daniel reconoce que la música de Serbia no forma parte de las tendencias actuales, lo que dificulta ganarse a públicos más jóvenes.
No obstante, está convencido que las audiencias cada vez están más acostumbradas a la combinación de géneros como rock con reggaetón.
“También el urbano, el reggaetón y todo eso empezaron a hacer en sus discos, empezaron a tener algo de rock. Bad bunny sacó unas canciones que tenían una batería y guitarra. Paulo Londra también. Ya es parte de lo que está dentro de lo popular. Yo creo que estamos en el momento perfecto para tocarlo”.
Serbia comenzó como un proyecto adolescente, pero hoy cuentan con dos álbumes de estudio y una decena de sencillos.
Aunque el camino no ha sido sencillo, el cariño y respeto mutuo entre los cuatro integrantes son factores que han provocado que la agrupación siga en pie después de 10 años.
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