Lo ocurrido en Sudáfrica y algunos países de Europa con ómicron anticipa un escenario similar para México, que podría registrar un descenso de casos en las próximas semanas, afirman expertos.
Guadalupe Franco
Por su alta contagiosidad, la variante ómicron del coronavirus podría quedarse sin personas vulnerables a la infección en México, en un lapso de uno a dos meses.
Lo ocurrido en Sudáfrica y algunos países de Europa es la base sobre la que dos expertos mexicanos anticipan un rápido descenso de casos, algo que ya ocurre en ciudades como Mexicali, Mérida o Cancún.
Uno de ellos es el doctor Malaquías López Cervantes, académico de la UNAM, quien afirma que la curva epidémica aún mostrará ascenso de casos en las próximas tres o cuatro semanas, pero que de acuerdo con la experiencia internacional esta tendencia podría cambiar.
Con él coincide el doctor Rodrigo Jácome, integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, quien señala también que esta ola podría tener un descenso más rápido que las tres anteriores.
“Lo que hemos visto en otros países que nos lleva un par de meses de ventaja con ómicron es que la ola es muy rápida en subir y también muy rápida en bajar. Dígamos infecta a muchas personas muy rápido y entonces rápidamente se queda sin más sujetos o individuos vulnerables. Entonces, en Sudáfrica, en Reino Unido, en algunos lugares de Europa tuvieron un periodo como de dos meses de ascenso y descenso, entonces quizá sea un poco más rápido que las olas previas, pero con mucho mayor número de contagios.”
Durante esta cuarta ola, el país ha superado los 40 mil casos diarios en al menos tres ocasiones. Se trata de las cifras más altas en lo que va de la pandemia, mismas que se concentran en cinco entidades federativas: la Ciudad y el Estado de México, Nuevo León, San Luis Potosí, y Tabasco.
Ómicron debe tomarse con cautela
Las afirmaciones sobre el tipo de infección que provoca ómicron deben tomarse con cautela, ya que aunque hay casos en los que no es necesaria la hospitalización del paciente, hay quienes por distintos factores pueden experimentar una infección más severa, dice López Cervantes.
“Si fuera un catarrito no internarían gente. La gente que están internando no es porque tiene un ‘catarrito’, sino que tiene una infección que tiene características importantes supongo yo que comprometen la respiración por lo menos, entonces pues eso es perfectamente posible aunque la mayoría de las veces ómicron produzca una infección de vías respiratorias superiores, también puede provocar una infección más severa. Entonces, las personas que por alguna razón se les complica la infección tienen la necesidad de llegar a un hospital, pues realmente van a tener un problema de mayor importancia.”
Esto también se refleja en los números del sector salud, el número de hospitalizaciones en el país pasó de 2 mil 117 a 4 mil 722 pacientes, del 1 al 16 de enero.
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Tan sólo en las dos últimas semanas, la ocupación de camas generales se duplicó al pasar de 15 a 30 por ciento, mientras que la hospitalización por casos críticos creció cinco puntos, al pasar de 12 a 17 por ciento.
Hasta ayer, 151 hospitales del país reportaron una ocupación superior al 70 por ciento en camas generales, de los cuales 113 reportan se ubicaban al cien por ciento; es decir 72 nosocomios más de los reportados apenas el 3 de enero pasado.
En tanto 27 hospitales reportaron una ocupación superior al 70 por ciento en camas con ventilador, diez más de los reportados a principios de este mes, de acuerdo con la Red Irag.
Infecciones entre personal de salud merman la atención
Un aspecto que los expertos piden tener en cuenta es la capacidad de atención en hospitales. Para el doctor Jácome, la vulnerabilidad del personal de salud ante nuevas infecciones dificulta la atención a los pacientes, particularmente ante situaciones de saturación.
“Vimos que el tema de salud es muy vulnerable y rápidamente puede saturarse y cuando vemos tantos casos al mismo tiempo, en tantas partes del país, el escenario es un poco ominoso. Van a ser muchos enfermos al mismo tiempo y cuando hay tantos enfermos pues ya de entrada la capacidad empieza a ser rebasada y los médicos no podemos ofrecer el servicio u ofrecer el mejor cuidado posible.”
Hasta este 16 de enero, el IMSS era la institución de salud pública que acumulaba el mayor número de hospitales con una ocupación hospitalaria por arriba del 90 por ciento en camas generales, al registrar saturación en 83 nosocomios.
Le siguen los hospitales de la Secretaría de Salud, con 24 hospitales saturados al cien por ciento.
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