La mayoría de armas que entran ilegalmente a México son exportadas legalmente a los Estados Unidos desde la Unión Europea, afirmó Nils Duquet, director interino del Flemish Peace Institute.
Eduardo Quevedo
Nils Duquet, director interino del Flemish Peace Institute, señaló que la mayoría de armas que entran ilegalmente a México son exportadas legalmente a los Estados Unidos desde la Unión Europea.
Así lo reveló durante el webinar «Colaboración entre la Unión Europea y México en la lucha contra el tráfico ilícito de armas” en el cual también participó, desde Europa, el Dr. Andrea Varisco, director del Programa de Control de Armas del Instituto Internacional de Estudios para La Paz de Estocolmo.
Nils Duquet sostuvo que algunas de estas armas son fabricadas en varios países de América con licencia europea, lo que dificulta que exista una base de datos en armas fabricadas en nuestro continente.
Como representación del contexto mexicano en seguridad participaron en el seminario David Ramirez, coordinador del Programa de Seguridad México Evalua, y Roxana Juárez Parra, del colectivo Análisis de Seguridad con Democracia.
El primero de ellos afirmó que los programas de desarme voluntario, aplicados en México, a nivel federal y local, no son de gran eficacia ya que no hay investigaciones detrás de las armas entregadas que pudieron ser usadas para un crimen ya que son destruidas.
Los cuatro panelistas coincidieron en que el reconocimiento de armas desde su creación será fundamental para tratar de evitar que lleguen a manos del crimen organizado ya que según la especialista en seguridad, Roxana Juárez el 85 por ciento de las armas que existen a nivel mundial, están en manos de civiles y no en cuerpos de seguridad. Agregó que México ocupa el séptimo lugar entre los diez países con mayor concentración de armas. El primero de ellos es Estados Unidos.
Antecedentes de la conexión entre Europa y México
Esta no es la primera vez que se establece una conexión entre el armamento fabricado en Europa y el utilizado ilegalmente en México.
Uno de los casos más recientes fue la investigación que autoridades de Alemania realizaron a la empresa Heckler & Koch, cuyas armas fueron utilizadas contra los estudiantes normalistas de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre de 2014.
Ese mismo año, el gobierno alemán proceso cinco funcionarios de la firma por violar la prohibición para vender armas cuyo destino final fuera Chihuahua, Jalisco, Chiapas y Guerrero, ante la situación de violencia y violación de derechos humanos en esas entidades.
Se comprobó que de los 10 mil fusiles de guerra que la empresa vendió a México, casi cinco mil terminaron precisamente en esas cuatro entidades vetadas.
De acuerdo al Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, la venta de ese armamento se realizó directamente con la Secretaría de la Defensa Nacional, que fue la encargada de repartir el armamento.
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