A tres años del gobierno de López Obrador, el analista Arturo Carranza hace un balance sobre la política energética del país.
Escucha la entrevista con Arturo Carranza en la Tercera Emisión.
IMER Noticias
Aunque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le ha otorgado todo su apoyo a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), los resultados de estas empresas siguen estando por debajo de las expectativas anuales, señaló el analista del sector energético Arturo Carranza.
Al realizar un balance por los primeros tres años del gobierno de López Obrador, reconoció la importancia de ambas empresas productivas del Estado mexicano, pero advirtió riesgos a futuro, sobre todo porque han arrastrado un deterioro desde sexenios anteriores.
“Aun cuando el apoyo de este gobierno ha sido claro, los resultados han estado por debajo de las expectativas, pero si esto se ha dado es justamente por el deterioro tan claro que venían arrastrando ambas empresas”.
Dijo que la política energética que se ha implementado desde el gobierno de López Obrador está enfocada en el rescate del sector, es decir, apoyar con más recursos públicos y nuevas reglamentaciones a Pemex y a CFE, en aras de lograr la autonomía energética en el país.
Sin embargo, los esfuerzos titánicos de ambas empresas parece que no logran concretar las proyecciones del gobierno. Por un lado, Pemex está produciendo menos barriles diarios de petróleo y la CFE tiene aún pendiente la construcción de centrales de ciclo combinado.
“Actualmente se encuentran en un esfuerzo titánico por mantener la producción de petróleo a niveles de un millón 700 mil barriles diarios, cuando la meta para este año es de un millón 800 mil barriles, y para el cierre del sexenio son dos millones. Es un esfuerzo titánico que aún no se logra concretar”.
Esto podría ser el resultado de la situación financiera poco sólida de la petrolera. En 2020, Pemex aportó el 14 por ciento del total de los ingresos del gobierno, pero tiene una deuda superior a 100 mil millones de pesos, lo que no le permite avanzar como López Obrador quisiera.
“Hacia el futuro, la perspectiva para Petróleos Mexicanos es sumamente incierta, los resultados no han estado a la altura de las expectativas; en tanto que Petróleos Mexicanos no resuelva su situación financiera y en cuanto no logre aumentar de manera importante sus reservas de petróleo, no va a haber forma de darle la vuelta a esta compleja situación financiera”.
Carranza reconoció como acierto que el gobierno mexicano estabilizara la producción de petróleo; sin embargo, señaló como desacierto que la política energética haya generado incertidumbre con respecto a la inversión privada.
Dijo que el gobierno deberá enfocarse en los siguientes años en instrumentar y operar un diálogo constante con los diferentes actores del sector para encontrar puntos de acuerdo y acabar con la incertidumbre.