El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev y su gabinete de Gobierno renunciaron este miércoles. La dimisión ocurrió poco después de que el presidente Vladimir Putin pidiera ante el Parlamento de su país modificar los protocolos para la designación del Ejecutivo.
Al ofrecer su mensaje anual a la Asamblea Federal rusa, Putin propuso un referéndum sobre una serie de reformas a la Constitución para elegir al primer ministro.
Ante dicha propuesta, Medvédev consideró “obvio” que su gobierno deba apartarse para dar a Putin, máximo responsable político de ese país, la “oportunidad” de tomar “todas las decisiones que sean necesarias” a medio plazo.
Más tarde, Vladimir Putin propuso a Mijail Mishustin como nuevo primer ministro de ese país, en sustitución de Dmitri Medvédev, candidatura que aún debe ser aprobada por la Duma (Cámara de Diputados).
Mijail Mishustin se desempeña desde 2010 como jefe del Servicio Federal de Impuestos; es desconocido para el grueso de la ciudadanía, pese a que trabaja en el servicio público desde el año 1998.
En tanto, Dimitri Medvédev ocupó el cargo de primer ministro desde 2012, en varios mandatos. Además, ocupó la presidencia de Rusia durante un mandato para permitir que Vladimir Putin pudiera volver a presentarse. Tras su renuncia, asumirá un cargo de nueva creación: vicejefe del Consejo de Seguridad que lidera el presidente ruso.
En Rusia, el gobierno ejerce el poder Ejecutivo. Está encargado de llevar a cabo la política nacional en el ámbito de las finanzas, la política exterior, la educación, la sanidad, la cultura, la ciencia, entre otros temas. El presidente tiene la facultad de nombrar al primer ministro (con la aprobación de la Duma), y a los vicepresidentes de Gobierno; así como destituir tanto al primer ministro como a los ministros del gabinete.