Una de las regiones clave en el regreso a la llamada “Nueva Normalidad” es el norte del país, caracterizado por su alta actividad económica pero también porque algunos de los gobernadores de la región declararon tener su propio semáforo para medir cuándo y de qué manera reactivarán la cotidianidad.
Adriana Esthela Flores
<<La gente nos catalogaba como extremistas. Cerramos todo, paramos todo. Tuvimos semanas difíciles.>>
Alfredo Paredes, alcalde de Monclova
Arrestos, sanciones, patrullajes, fueron solo algunas de las medidas que aplicó el alcalde de Monclova, Coahuila, Alfredo Paredes, para frenar los casos de Covid-19 que empezaron a multiplicarse en el municipio a finales de marzo.
Monclova es uno de los casos más representativos del norte de México, pues fue considerado epicentro del coronavirus en la región tras el brote que contagió a más de 20 trabajadores de salud del Hospital General número 7. Ahora, el alcalde presume que, de haber tenido a 37 personas hospitalizadas por Covid-19, actualmente hay solo siete y de 40 ventiladores en uso, hoy queda solo uno. Todo, dice, gracias a las restricciones que aplicó en todos los sectores, incluidos los supermercados.
<<Aunque son cadenas internacionales las hemos cerrado, porque muchas veces llegamos al área de comidas y no raen cubrebocas. Ciérrenlo, sin piedad.>>
El gobierno municipal consiguió un laboratorio que permite 200 pruebas diarias así como dos hospitales móviles. Acá, la Nueva Normalidad inició desde el 18 de mayo: están prohibidas reuniones masivas y fiestas, 20 patrullas vigilan ocho zonas y los negocios solo pueden abrir de ocho a once de la mañana. El alcalde enfatizó que él lleva su propio semáforo en coordinación con el gobierno estatal.
<<Nosotros traemos estadísticaa a las 8 de la mañana y a las 8 de la noche. Eso nos permite que si llega a haber un repunte de hospitalizaciones cerrar la actividad, tenemos nuestro propio semáforo en tiempo real. Y si tenemos que aplicar la fuerza con cabezones o renuentes lo vamos a hacer porque eso al final de cuentas salva vidas>>, destacó.
La región norte, fronteriza con Estados Unidos, abarca ocho estados: Baja California Norte y Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Unas 25 millones de personas viven en esta región, conocida por su alta actividad industrial, maquiladora y de servicios. Hasta el sábado 30 de mayo, aquí se registraron 5 mil 633 personas contagiadas y dos mil 81 fallecidas por el coronavirus.
Ese día, tres gobernadores de la zona se sumaron a los de Colima, Jalisco, Michoacán y Durango, para anunciar que, rumbo a la Nueva Normalidad, aplicarían su semáforo de riesgo e insistieron en modificar el Pacto Federal. Se trata del coahuilense Miguel Riquelme, el nuevoleonés Jaime Rodríguez Calderón y el michoacano Silvano Auroles.
A partir de eset primero de junio, la industria de la construcción, minería y automotriz se reactivan en Nuevo León, Sonora y Baja California Sur. En Baja California Norte, solo se permitirán actividades esenciales. Chihuahua mantendrá el semáforo rojo y será hasta este lunes primero de junio cuando determine qué acciones tomará. En Tamaulipas, se mantendrá la emergencia sanitaria hasta el 15 de julio. En Sinaloa, ya se alista la reactivación paulatina del turismo, a partir del 7 de junio, y en Sonora podrán reanudarse actividades laborales con uso obligatorio de cubrebocas.
Para la doctora Socorro Arzaluz, investigadora del Colegio de la Frontera Norte, la exigencia del nuevo pacto federal -un reclamo ya añejo en la zona- es una de las principales premisas de la Nueva Normalidad.
<<Rechazo a la posición federal, hacia políticas que se estaban tomando a nivel federal y la alta aprobación a nivel estatal y municipal, a diferencia del nivel federal que se siente alejado. Si ya hay un alejamiento con el centro, con esta pandemia se remarcó.>>
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