Para sus habitantes recuperar la seguridad es crucial para que mejore su calidad de vida, que en los últimos años ha visto minada por el narcomenudeo, extorsiones, violencia de género y el desempleo.
Escucha la radiografía electoral de Quintana Roo.
Perla Miranda
En 2021, Cancún fue la segunda ciudad más visitada del mundo. Dos años antes, previo a la pandemia, la joya turística de Quintana Roo ni siquiera aparecía en la lista elaborada por la consultoría especializada ForwardKeys.
Ha sido tal la recuperación del turismo, que el Aeropuerto Internacional de Cancún pasó del puesto 65 al 10 de los más concurridos a nivel mundial.
Por si fuera poco, entre enero y marzo de 2021, Quintana Roo logró recuperar más de 80 mil empleos formales, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social estatal.
Pero esas cifras no muestran toda la realidad.
“El sistema laboral en Quintana Roo es muy precario. Las personas están en condiciones inhumanas, se habla mucho del turismo. Sin embargo no existen prestaciones laborales dignas, son salarios muy precarios y quienes se dedican a la agricultura en otras zonas rurales no se recibe apoyo del gobierno para potencializar e impulsar estos empleos locales. Es muy difícil el acceso a estos empleos dignos para desarrollarnos profesionalmente, tener un salario para satisfacer las necesidades básicas. Piden mucha experiencia, pero no se generan condiciones dignas”.
Estas son las palabras de Rosely Zib, quien como indígena maya es consciente de que los lugareños dedicados al turismo trabajan en condiciones cada vez más precarias.
El salario promedio en Cancún en el último trimestre de 2021 fue de 6 mil pesos mensuales, tuvo un aumento de 139 pesos con respecto al trimestre anterior. Así también lo percibe el periodista Carlos Blanco.
Aunque él no trabaja en el sector turístico ni perdió su empleo en la pandemia, su sueldo sí se vio afectado.
Ahora ha tenido que aumentar sus horas de trabajo y buscar oportunidades fuera de los medios de comunicación para tener más ingresos.
“Los jóvenes no estudiaban porque tener una licenciatura no les garantizó un buen empleo. Había muchos camaristas, bartenders, choferes, pero cuando se abrían puestos gerenciales o administrativos, no estaban capacitados. Tenía que venir gente de fuera para obtener esos empleos. Con la pandemia se perdieron más de 125 mil empleos y se han recuperado cerca de 90 mil, pero sucede que hay personas que están trabajando el doble o triple de lo que trabajaba antes de la pandemia con salarios recortados y eso hablamos de una degradación laboral y económica de la entidad”.
La violencia opaca la imagen paradisiaca
Una de esas personas es Alejandra Martínez, quien hace seis años llegó de la Ciudad de México a Cancún.
Con una licenciatura en Mercadotecnia y experiencias en empresas nacionales dedicadas al turismo, las puertas laborales en el caribe mexicano se le abrieron. Pero esta ventaja no ha significado una vía libre para su profesión.
“A Quintana Roo le urge volver a ser un destino seguro, porque hay un problema grave de drogas, feminicidios, desapariciones y secuestros”.
Alejandra advierte que ha sido testigo del aumento de inseguridad en la entidad que no sobrepasa los 2 millones de habitantes.
Eso sí, enfatiza que el narcomenudeo, las extorsiones y la violencia no son fenómenos que aparecieron en Quintana Roo de un día para otro.
Entre 2016 y 2020, las carpetas de investigación abiertas por extorsión pasaron de 41 a 109, por narcomenudeo; de 582 a mil 279 y la cifra de feminicidios pasó de 0 a 25.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestran que, hasta marzo de 2022, han abierto 216 carpetas de investigación por el delito de homicidio en Quintana Roo.
Carlos y Alejandra coinciden en que el crimen en su estado no es por generación espontánea, sino que siempre se ha priorizado mantener la imagen paradisíaca del destino turístico.
“En las épocas borjistas el tema de seguridad era muy velado, había cifras negras que no dejaban en claro la realidad en la cuál vivíamos. Siempre ha habido temas de narcotráfico, narcomenudeo, trata de personas, pero durante las administraciones pasadas parecía que el discurso era ´no hablemos para no espantar y no asustar´. En 2020 aparecieron narcofosas y es ahí donde se ve la magnitud de este tipo de cementerio urbano que hay alrededor de nichos turísticos”.
El tren que atravesará las elecciones
El cambio de poder en Quintana Roo ocurrirá en medio del desarrollo de un proyecto que es prioritario para el gobierno federal y que divide las opiniones de la población.
Rosely Zib está en contra del Tren Maya. Ella cree que el gobierno no ha sido transparente en su construcción, ni ha llevado a cabo los estudios socioambientales, culturales y económicos necesarios.
Pero sobre todo, lamenta que quienes aspiran al poder no se han pronunciado sobre la obra en sus campañas ni atendido las preocupaciones de las comunidades.
“Nosotras como mujeres indígenas le apostamos a la protección de la selva, de los montes, lamentablemente en estas cuestiones sociales, ambientales, cuando viene una crisis humanitaria pues impacta de manera desigual y causan más daño a las comunidades vulnerables, a quienes viven en las periferias, a comunidades rurales, indígenas, hay un tema pendiente por resolver, este gobierno fue omiso”.
Para Alejandra, el Tren Maya podría facilitar la movilidad de los habitantes de Quintana Roo. Aún así, considera que las afectaciones podrían ser mayores que los beneficios.
Además, cuestiona que no den la misma importancia a la infraestructura ya disponible.
¿Quiénes se disputan la gubernatura de Quintana Roo?
Mara Lezama, candidata de la coalición “Juntos haremos historia” (Morena, PT y PVEM). Las primeras encuestas arrojan que 40% de los votantes la elegirían como gobernadora.
Es periodista de profesión, originaria de Ciudad de México y hace siete años que milita en Morena. En 2018 ganó la presidencia municipal de Benito Juárez y reelegida para un segundo mandato, del cual solicitó licencia para contender por la gubernatura.
Laura Fernández Piña es candidata de la coalición PAN – PRD “Confianza por Quintana Roo” y originaria de Torreón, Coahuila. En Quintana Roo ha sido directora de Turismo de Benito Juárez, Cancún y delegada del Instituto Quintanarroense de la Mujer. En 2005 ocupó la secretaría de Gabinete del Ayuntamiento de Cancún.
Los sondeos la colocan en el segundo lugar entre las preferencias electorales. Aunque algunas encuestas indican que está a 20 puntos de la aspirante morenista Mara Lezama, otras afirman que está cerca del empate técnico.
Leslie Hendricks Rubio: La aspirante por el PRI es hija del ex gobernador del estado, Joaquín Hendricks Díaz, de ahí que se le relacione con el llamado “viejo priísmo”.
Fue rectora de la Universidad Tecnológica de Cancún de 2008 a 2015 y directora del patronato de DIF en la entidad entre 2003 y 2005.
José Luis Pech Várguez: bajo la bandera de Morena fue candidato a la gubernatura de Quintana Roo en 2016 y senador en la actual legislatura.
Hoy, busca de nuevo ser gobernador pero arropado por Movimiento Ciudadano, luego de que hace tres meses renunció al partido guinda por la elección de Mara Lezama como candidata y de que el partido naranja se quedó sin su principal aspirante, el empresario Roberto Palazuelos.
Nivardo Mena Villanueva representa al Movimiento Auténtico Social. Fue presidente municipal de Lázaro Cárdenas por el PT y luego se integró al PAN. Es empresario del sector de transporte marítimo.
Cinco aspirantes, dos punteras, una gobernadora
Cualquiera que sea la coalición ganadora, las encuestas perfilan que será una mujer la próxima en gobernar Quintana Roo, la primera en su historia.
De materializarse las proyecciones, Morena lograría incursionar en el estado, algo que hasta ahora no ha conseguido.
Para Julián Atilano, sociólogo, analista político e investigador de la UNAM, ese escenario es probable, porque la inseguridad, el desempleo y la represión hacia marchas feministas registradas en el actual gobierno podrían convertirse en un “voto de castigo”.
“Históricamente había gobernado el PRI, después hubo una transición de PAN – PRD y parece que va a venir una segunda transición donde va a llegar Morena. La coalición PAN – PRD no logra mantener la gubernatura eso sería políticamente muy importante porque sería la entrada de Morena en la península. Tendría una expansión territorial que va más allá de los estados clásicos. Esto mostraría que aún no hay un bloque opositor lo suficientemente consolidado para que puedan ganarle a esta fuerza”.
Te recomendamos: