La rabia es una enfermedad prevenible y curable, siempre que el o la paciente no presente síntomas.
IMER Noticias
La rabia es un virus zoonótico, es decir, que se transmite de los animales. Hasta el 2020, la enfermedad afectaba a más de 150 países en el mundo.
No obstante, existen vacunas y tratamientos médicos para evitar la rabia o sus síntomas en caso de contraer el virus.
África y Asia son los dos continentes con más muertes reportadas por esta enfermedad, pues ambas regiones concentran el 95 por ciento de los decesos.
Hasta ahora, el perro es el principal transmisor de la rabia, debido a la convivencia con los seres humanos. Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda vacunar a los caninos para evitar cualquier caso.
¿Cómo puedo contagiarme?
La transmisión del virus principalmente se da por mordeduras o arañazos donde exista contacto con algún fluido del animal como saliva.
¿Cuáles son los síntomas?
El periodo de incubación de la rabia suele ser de dos a tres meses, pero puede oscilar entre una semana y un año, de acuerdo con la carga vírica.
Las primeras manifestaciones son la fiebre acompañada de dolor o parestesias en el lugar de la herida. La parestesia es una sensación de hormigueo, picor o quemazón inusual o no explicable por otra causa.
A medida que el virus se propaga por el sistema nervioso central, se produce una inflamación progresiva del cerebro y la médula espinal que acaba produciendo la muerte.
Alrededor de 99 de cada 100 personas que contraen el virus fallecen una vez que manifiestan algún síntoma.
¿Existen varios tipos de rabia?
Sí, la rabia se manifiesta en dos formas:
- Rabia furiosa: los y las enfermas presentan signos de hiperactividad, exhcitación, miedo al agua o miedo al aire.
- Rabia paralítica: 20 por ciento del número total de casos humanos y tiene una evolución menos grave y, por lo general, más prolongada. Los músculos se van paralizando gradualmente, empezando por los más cercanos a la mordedura o el arañazo.
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