La Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia determinará las acciones legales que se emprenderán contra Pepx Romero por grabar sin consentimiento de las autoridades en el Museo Nacional de Antropología y difundir piezas con valor patrimonial.
Diego Prieto, director del INAH aseguró que no hubo daños a las piezas que el performancero besó durante su grabación, pero sí habrá sanciones por conducta inapropiada.
Amelia Rojas
La acción de besar piezas del Museo Nacional de Antropología que realizó el performancero Pepx Romero el pasado 31 de marzo no provocó daños al patrimonio, pero al no contar con autorización, se enfrentará a acciones de carácter legal, explicó el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto al señalar que la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos será la encargada de contactarlo y determinar las sanciones.
“Estamos viendo si hay algunas acciones jurídicas que hay que emprender por supuesto que como también dice el comunicado, no hubo daño alguno a ningún bien del patrimonio arqueológico. Por lo tanto no nos encontramos en el supuesto tipificado por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos Artísticos Históricos de daño a patrimonio arqueológico.
No hay entonces materia constitutiva de delito. Sí hay una conducta impropia que, como dice el comunicado, no estamos alentando de ninguna manera”.
En primera instancia, señaló Diego Prieto se solicitará que la persona pague los derechos correspondientes por el uso de imágenes del patrimonio arqueológico mexicano en el performance que él mismo difundió, o que en caso contrario, las retire inmediatamente de cualquier plataforma de divulgación.
El director del Museo Nacional de Antropología, Antonio Saborit, explicó que no existieron fallas en el sistema de seguridad del recinto, que cuenta actualmente con 250 cámaras de última generación.
Se trató de una acción que solo duró una hora en las cuales recorrieron 5 salas: Oaxaca, Mexica, Teotihuacan, Tolteca y Culturas del Golfo y los movimientos de Pepx Romero y sus tres acompañantes fueron rápidos, lo que les permitió grabar sin ser señalados por algún custodio.
Esta fue, en efecto, una acción concertada. Se propusieron cuatro personas hacer lo que hicieron, pero si hubieran planteado otro ejercicio, un ejercicio de daño objetivo, explícito sobre los objetos, te puedo asegurar que no habrían llegado muy lejos, eso puedes tener toda la seguridad.
El recorrido que hacen es una caminata rápida por las salas, tan rápido que en una hora estuvieron fuera. El museo es muy grande.
Antonio Saborit explicó que en las salas existen 115 elementos de vigilancia y custodios, estos últimos los encargados de orientar, prevenir y disuadir a los visitantes de cualquier acción que pueda dañar al patrimonio, porque la intención de tocar piezas es común, pero se impide porque sería en detrimento de las piezas.
“En términos generales, el comportamiento del visitante en el Museo Nacional de Antropología es ejemplar. Como todo, en todos los campos, hay excepciones. El mayor daño que se suele hacer a los objetos en exposición, suelen ser aquellos visitantes que insisten en tocarlos con la mano. Piensan que son los únicos que son asaltados por ese deseo de tocar la pieza, lo que no acaban de entender y nunca dejan de discutir con nuestra vigilancia y con nuestros custodios, es que el daño se hace por reiteración. No es que el visitante en ese momento esté causando el daño, es la acumulación de toqueteo lo que llena las piezas de grasa”.
Diego Prieto, director del INAH señaló que desde el robo al Museo de Antropología ocurrido en 1985, el sistema de seguridad del recinto fue reforzado. Actualmente se cuenta con sistemas de seguridad, videovigilancia, alarma y detección de humo e incendios de primera generación, los cuales garantizan la seguridad tanto de los visitantes como del patrimonio resguardado en este icónico espacio.
La intención de Pepx Romero no tuvo efecto, comentó el director del INAH, ya que el personaje quiso protestar sobre las subastas de arte y su discurso se desvió.
“Que este personaje del que hemos venido hablando, pues precisamente falló en su propósito. Ahorita estamos discutiendo de temas relacionados con la seguridad, con el riesgo con la posibilidad o no de ejercer alguna acción punitiva en contra de él.
Cuando en realidad él, entiendo que lo que quiso es llamar la atención sobre el tráfico ilícito de bienes culturales en el extranjero, sobre la subastas que para nosotros son ilícitas, son espurias de patrimonio mexicano en algunas galerías del extranjero. Eso es de lo único que hasta este momento, no hemos hablado. Por eso considero que en este caso la expresión creativa no tuvo un resultado adecuado”.
Sobre el uso de la saliva que defendió el propio Pepx Romero para justificar su acción, se señaló que sí se usa, pero en labores de restauración, que no fue el caso de lo que hizo el performancero.
Un performancero de nombre Pepx Romero decidió ir al @mna_inah a lamer y a besar algunas piezas de la colección como parte del proyecto Mexique 2022 con el fin de cuestionar la venta de piezas arqueológicas en subastas, en especial la de Casa Drout? Qué opinas de esta acción? pic.twitter.com/RVV0kbj8pH
— Tlatoani_Cuauhtemoc (@Cuauhtemoc_1521) April 5, 2022