Durante dos años, el Plantón 420 funcionó como una forma de presión para que el Senado despenalizara la marihuana, pero hoy ya no existe.
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Misael Roldán
El 18 de febrero del 2023, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México retiró el “Plantón 420” de la Cámara de Senadores, un movimiento de protesta que exigía, en términos generales, la legislación para el uso del cannabis y la protección de derechos para los consumidores de la planta.
El “Plantón 420” y sus avances
Los activistas del “Plantón 420” llegaron a la plaza Luis Pasteur en enero del 2020, impulsados por el Movimiento Cannábico Mexicano y otros colectivos a favor de la marihuana.
En sus primeros meses, el plantón se definió como “la primera plantación no clandestina” en México. Lo más sorprendente era que se encontraba a un costado del Senado de la República.
Se apreciaba como un gran acto de rebeldía que fumaba y plantaba marihuana frente al poder o así lo recuerdan algunos consumidores.
“En algún momento un compañero me invitó. Pasamos una tarde muy agradable con mis compañeros, compartiendo, de tertulia, de hablar de medicina, de hablar del efecto del cannabis en el cuerpo de cada persona. Fue una tarde muy constructiva cuando fumé en el Senado”.
En los años venideros, los activistas fueron testigos de dos decisiones que representaban pequeños pasos para la legalización de la marihuana, un pendiente histórico en México.
“Señoras y señores ministros, hoy es un día histórico para las libertades. Después de un largo camino, esta Suprema Corte consolida el derecho al libre desarrollo de la personalidad para el uso lúdico y recreativo de la marihuana”.
En junio de 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la prohibición del uso lúdico de la marihuana en México. Para mayo de 2022, la misma Corte declaró inconstitucional la penalización de la posesión de más de cinco gramos de marihuana.
Los avances fueron celebrados no sólo por activistas y consumidores, sino por el mismo Congreso que llega a este 4/20 sin haber legislado en la materia, como se comprometió el senador Ricardo Monreal.
“Esta resolución implica un avance porque el Ministerio Público no podrá ejercer acción legal contra quien sea farmacodependiente o consumidor, y posea cannabis para su estricto consumo personal”.
“Es un avance para los consumidores. Pero, tenemos que legislar en todas las materias. Nuestro compromiso es concluir el trabajo legislativo que dé paso a una época de regulación de la marihuana”.
El retiro del Plantón 420 del Senado
Con la discusión trabada en el Congreso y decenas de personas fumando mota en las afueras del Senado, era cuestión de tiempo para que los problemas con la autoridad comenzaran.
Después de tres años de que el “Plantón 420” estuviera instalado a un costado del Senado de la República, este fue desalojado por policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana bajo el argumento de actos de violencia, crimen organizado y quejas de los vecinos de la zona.
Sin embargo, esas prácticas solo se mudaron a unos cuantos metros del espacio recuperado.
Jorge Hernández Tinajero, politólogo y activista en temas relacionados con la regulación del cannabis, calificó la transformación del espacio de protesta.
“Lo que empezó como una protesta pública. Una demostración de los usuarios en relación a sus derechos, acabó siendo un espacio de rebeldía, pero también como una oportunidad para el comercio informal e ilegal”.
Ya con las determinaciones de la Suprema Corte y ante la prolongada falta de interés de los senadores en legislar a favor del uso de la cannabis, lugares como el “Plantón 420” se convirtieron en terreno para el narcomenudeo.
Esto generó problemas más complejos para consumidores, autoridades y vecinos de la zona.
“Realmente la política lo que ha evitado es tomar decisiones, y encarar un debate que tiene ángulos muy concretos. Pero, que la política gana más confundiendo esos ángulos.
Esta forma de abordar el fenómeno es de las más perniciosas porque ni resuelve nada. Ni garantiza los derechos de los usuarios ni combate el crimen organizado. Nadie hace nada, todos se culpan y solo sale dañado el ciudadano aunque sea consumidor o no”.
Con el paso de los meses, el “Plantón 420″ se convirtió más como un punto de venta de mota y algunas otras sustancias, lo que llevó a varios activistas a retirarse del lugar para luchar desde otras vías y lejos del narcomenudeo.
Así fue como el 18 de febrero del 2023, agentes de la policía de la Ciudad de México arrancaron decenas de plantas de cannabis que estaban sembradas en las jardineras de la plaza Luis Pasteur y desalojaron a los activistas que allí acampaban.
Paty Huerta, una activista y feminista de la Comuna 420, cuenta que las acciones tomadas por las autoridades para retirar el antiguo espacio de protesta fueron infundadas.
“Fue retirado de forma arbitraria, sin dar explicaciones para ello. Simplemente con la idea de retomar un espacio público que no devolvieron para la población, sino que nos lo quitaron solo para no dejarnos ejercer nuestro derecho de fumar.
Recordemos que el Senado no es solo un lugar por capricho, sino para insistir a los senadores que nos deben reformas para que no haya huecos y los consumidores podamos ejercer nuestro derecho”.
Lo que un día fue un punto de reunión y libre consumo hoy ya no lo será, esta madrugada elementos de @SSC_CDMX llevaron un operativo para quitar el “plantón 420”, que se encontraba a un lado del Senado de la República, el lugar aún se encuentra resguardado.
Video: Israel Aldave pic.twitter.com/ICgQFkSMxg— Niño Problema. (@elhaaronjpg) February 18, 2023
Consumidores vs Crimen organizado
De acuerdo con Hernández Tinajero, cuando las autoridades usan como argumento el narcomenudeo y los actos de violencia para retirar al plantón, solo contribuyen a estigmatizar al usuario de marihuana.
“Eso es algo que el presidente ha estado insistiendo. En que el consumo genera violencia, pero no ha dado datos que los relacione. La violencia proviene de los mercados ilegales, de la disputa por el dinero y el lucro, pero no viene por parte de los usuarios.
Es una confusión conceptual de modo que es más fácil culpar al usuario que culpar a los que realmente generan violencia”.
A dos meses del desalojo del “Plantón 420,” ¿Qué pasó con los verdaderos causantes de violencia y narcomenudeo de la zona? Le preguntamos a Alejandro Cerezo, joven sociólogo y activista.
“Lo disolvieron porque se empezó a generar un narcomenudeo muy visible, ya muy descarado y se había tergiversado el sentido de un movimiento social”.
“Quitaron este plantón, pero lo que generó fue que todo el crimen organizado que estaba en esta zona se fue a Metro Hidalgo. El virus no se eliminó, solo cambió de huésped y ahorita eso está debilitando el plantón de Hidalgo”.
Cultivar, una solución contra el mercado negro
Frente a un escenario en el que el Congreso evade su responsabilidad y el Gobierno estigmatiza el consumo de sustancias. ¿Qué queda por hacer?
“Los usuarios tendrían que voltear a ver el cultivo privado sin fines de comercio. Los límites que puso la SCJN, porque esos con o sin regulación están ahí. Son derechos que ya fueron reconocidos, pero ese es el camino, ya sea personal o colectivo”.
“Sencillo no es, sin embargo, sí es el único camino que hasta ahora es cierto, que lo respalda la SCJN. Esto no quiere decir que se resuelva el problema.
Pero, abre un espacio donde no hay ilegalidades, donde se respetan los derechos y los usuarios consiguen lo que quieren sin tener que recurrir al mercado negro. Lo que sucede es que las autoridades se niegan a cambiar de legislaciones actuales porque pierden control del usuario”.
Para Carla Ortíz, una consumidora habitual de marihuana, todavía hay forma de seguir luchando: fumar mota frente al poder.
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