Millones de personas han pasado al nivel de pobreza extrema y han tenido que empeñar sus bienes para enfrentar la enfermedad.
Graciela Teruel, de Equide, en entrevista con Elia Baltazar.
IMER Noticias
La pandemia de covid-19 ha golpeado con fuerza a los más pobres y los ha obligado a endeudarse y a gastar todos sus ingresos para enfrentar la enfermedad en casa, revela la más reciente Encuesta de Seguimiento de los Efectos del Covid-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (Encovid-19).
La doctora Graciela Teruel, directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide), de la Universidad Iberoamericana, dijo que la pandemia también ha duplicado el número de personas en pobreza extrema en el país, al pasar de 9.3 millones en marzo de 2018 a 18.3 millones en marzo de 2021.
Y como resultado de esto, la seguridad alimentaria ha encendido un foco rojo en el país.
“Lo que es preocupante es lo que ha pasado con la inseguridad moderada y la severa, que son las que considera el Coneval para mapear la carencia alimentaria en la medición de pobreza. Ahí la moderada, que tiene que ver con la falta de acceso de las personas a calidad de alimentos, ha estado variando entre 19, 18, 17 por ciento, pero justamente desde diciembre a marzo de este año aumentó seis puntos de 14 a 20 por ciento. Esto va a tener un impacto brutal en la pobreza”.
Al analizar cómo se divide el impacto de la pandemia por estrato socioeconómico, los que más pierden son los más pobres, dijo Teruel.
“Hay que reconocer que hay un sector grande de la población que se está empobreciendo, que está poniendo en riesgo su patrimonio, que no está pudiendo acceder a ayudas o programas sociales de gobierno y que le está afectando mucho la pandemia y que esta pandemia va a tener para ellos secuelas muy importantes a mediano y largo plazo”.
Lo que se ha detectado en el análisis de los datos es que los gastos de bolsillo de las personas más pobres fueron muy onerosos. Incluso hubo familias que se acabaron todo el ingreso de un año o tuvieron que recurrir a estrategias para generar recursos que permitieran hacerle frente a la enfermedad.
“El 9 por ciento de la población gastó entre 50 y el 100 por ciento de su ingreso anual y el 8 por ciento gastó más del 100 por ciento; sin duda, estos casos fueron muy empobrecedores para un porcentaje de la población que no tenía forma de hacerle frente a la pandemia”.
Teruel opinó que los programas sociales del gobierno federal no responden a la nueva realidad derivada de la pandemia, pues fueron ideados e implementados cuando ésta no aparecía aún y tampoco fueron adecuados en el trayecto; por ello, consideró que el gobierno debe replantearse la forma en la que está ayudando a las familias más vulnerables del país.
“Obviamente la pandemia que hoy nos azota reconfigura la pobreza en este país. Como estamos viendo, ha aumentado de manera muy sustancial, afectando a los más pobres de los pobres y la pobreza extrema se dobla a partir de la pandemia. Yo creo que estos programas sociales que están hoy en día en marcha no responden a esta nueva realidad, creo que tenemos un nuevo diagnóstico y habría que hacerle caso a este tipo de diagnósticos y adecuar las políticas públicas para ayudar sobre todo a los más vulnerables, a los más afectados por esta crisis, los informales, las mujeres, los pobres”.
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