La periodista Claudia Ocaranza, de la organización PODER, prevé que en el caso de E.R.L.A no se judicialicen otras irregularidades que ocurrieron cuando era director de Pemex.
“Emilio L.” o E.R.L.A, por sus iniciales, enfrenta dos juicios, uno por la compra de la empresa “chatarra” Agronitrogenados cuando era director de Pemex y otro por beneficiar contratos a Odebrecht. Sin embargo, estás no son las únicas irregularidades que ocurrieron bajo su administración de la empresa productiva del estado y parece no serán judicializadas.
Claudia Ocaranza, coordinadora de periodismo en la organización para la rendición de cuentas en América Latina PODER, lamentó que a “Emilio L.” no se le esté juzgando también por casos como la adjudicación directa para la construcción del gasoducto Los Ramones o el desfalco en Etinelo XXI.
En entrevista para la Segunda Emisión de IMER Noticias, la periodista comentó que en esta oportunidad de gobierno actual de llevar justicia en este caso se dejó de fuera las gestiones que el exdirector de Pemex hizo cuando estaba al frente de la paraestatal.
A pesar de eso, durante el juicio al exfuncioanrio se conocerán otros personajes coludidos, ya que él solicitó el criterio de oportunidad y dijo que dará nombres de funcionarios.
En un breve recuento de lo que hasta ahora ha pasado en las audiencias del 28 y 29 de julio, Ocaranza recordó que la FGR hizo dos diferentes acusaciones contra “Emilio L.”: el delito de cohecho por beneficiar a Odebrecht con contratos que significaron 39 millones de dólares a favor de la empresa brasileña a cambio de sobornos y por dañar el patrimonio de Pemex al comprar la empresa “chatarra” Agronitrogenados por 8 mil millones de dólares y adquirir una casa como adelanto de favores.
Para la periodista ambas acusaciones señalan a la campaña del expresidente Enrique Peña Nieto y pagos de favores a exgobernadores como el de Veracruz, Javier Duarte.
En las dos audiencias, el imputado reconoció haber cometido esos delitos, se declaró inocente porque actuó bajo amenaza e intimidación ordenados por un “aparato organizado de poder”.
La FGR pidió seis meses más para investigar ambos temas, durante los cuales el exfuncionario no estará en prisión preventiva. Por ahora se encuentra en un hospital, pero cuando sea dado de alto se irá a su casa. Tendrá que utilizar un brazalete electrónico para vigilar que no se vaya, además se le retirará el pasaporte y visa para que no pueda salir del país.
Finalmente, la periodista de PODER precisó que aunque se esperaba prisión preventiva por la cantidad de dinero en sobornos y la red de corrupción en que estaba implicado, la decisión se apega al proceso que se debe seguir y no viola los derechos del imputado.