A un siglo de su estreno, “Nosferatu, una sinfonía del terror” sigue siendo la obra más influyente en el género de vampiros y una joya del cine mundial.
Amelia Rojas
Con la intención de hacer una versión libre a la novela “Drácula” del escritor irlandés Bram Stoker, el cineasta alemán Friedrich Wilhelm Murnau creó un personaje que ha influenciado al cine y las narraciones de vampiros a lo largo de un siglo.
Nosferatu, una sinfonía del horror celebra en 2022 el primer centenario de ser un parteaguas para los personajes de la noche, al borrarse la etiqueta de cine de vampiros y convertirse en una obra de culto para el cine mundial.
Representante del Expresionismo Alemán
El expresionismo alemán, movimiento artístico surgido después de la primera guerra mundial mostró una oposición a la representación que brindaron los naturalista con un énfasis en lo subjetivo, por lo que para encontrar la esencia, se deformaba los elementos a destacar.
En el cine, esta deformación se hizo a través de la luz, los decorados, la escenografía, el maquillaje, la actuación y mediante una cámara estática que impedía el movimiento.
El investigador en literatura y cine fantástico, Roberto Coria señala las características que convierten a Nosferatu en una de las máximas representantes del expresionismo alemán.
“Definitivamente la temática. Hay que pensar el momento en el que se realizó la película, un momento precario para Alemania, estamos en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial. A toda la crisis económica que generó para ellos. Era un año donde el movimiento expresionista, pues alcanza, uno de sus mejores momentos.
Hay que pensar que el expresionismo no solamente fue exclusividad de la cinematografía, también es literatura, también pintura, también arquitectura, fotografía. Toda esta desazón, esta suerte de desamparo, abandono emocional, que vivían las personas de esa época, pues está completamente presente en la película”.
El horror y la belleza se conjuntan en la obra de Murnau, cuya intención de liberarse de la obra de Stoker no fue del todo bien recibida por Florence Balcomba, viuda del autor, quien emprendió una acción legal que mandó destruir todas las copias de la película, pero afortunadamente algunas habían salido del país, por lo que fue imposible desaparecerla.
Las aportaciones de Nosferatu
Nosferatu narra el viaje de Thomas Hutter a Transilvania para cerrar un negocio inmobiliario con el conde Orlok. Un personaje extraño, con apariencia de una rata que por primera vez brindó una característica a los seres nocturnos y que será retomado en el futuro en el cine de vampiros, su miedo al sol.
“Es la primera película donde el sol, es el enemigo inmisericorde del vampiro. Antes no sucedía así. En la novela, en Drácula, el conde Drácula obviamente, no con la plenitud de sus poderes, pero puede caminar sin problemas bajo la luz del sol.
De hecho, así es como lo refieren en muchos momentos. Obviamente no tiene, como te digo toda la capacidad y todos los poderes que nos presentó Bram Stoker, pero el sol no es un enemigo del vampiro. Pero a partir de aquí, de Nosferatu, se convierte en un rito obligado.
El vampiro por todos los medios, debe de llegar a su ataúd o a ponerse a resguardo en la oscuridad, para no ser aniquilado por su enemigo en inmisericorde que es el sol.
Roberto Coria señala que el aspecto del vampiro fue una aportación del productor Albin Grau, que brindó una apariencia perdurable al personaje y que le brindó el terror que requería y que es recordada cien años después.
Nosferatu, fue protagonizada por intérpretes de la escuela alemana: Max Schreck como el Conde Orlok, Gustav von Wangenheim como Thomas Hutter, Greta Schröder como la esposa de Hutter y víctima del Conde y Georg H. Schnell como Harding.
La cinta fue también pionera en filmar en locaciones exteriores lo que le brindó una estética única, destaca Roberto Coria.
“Abandona los sets de filmación, estas arquitecturas con perspectivas imposibles, estos escenarios que parecen caóticos, estos altos contrastes, todo esa iconografía que conocemos muy bien para para este momento, lo cambia al salir al locaciones en exteriores.
O sea, utilizan muchos lugares en Alemania, pero se va a Eslovaquia. Filma, por ejemplo, en el famoso castillo de Orava, ese castillo que sirve como lugar de residencia del Conde Orlok. Y que curiosamente es el mismo castillo que utilizan recientemente en la versión en miniserie de la BBC de Londres de Drácula”.
Tras el conflicto de la viuda de Bram Stoker con Murnau, las copias que surgieron de la película se distinguieron por su falta de calidad, siendo presentada en 1984 en el Festival de Cine de Berlín la copia restaurada y más fiel a la original.
Nosferatu, una sinfonía del horror sigue siendo la obra más importante en el cine de vampiros. La historia y la estética influenció a el resto de las producciones que se enfocaron en los seres nocturnos y con el paso del tiempo se volvió una joya del cine mundial.