EU identifica violaciones a los derechos laborales en la planta de General Motors, en Guanajuato, y México las identifica en el sector agrícola donde laboran connacionales.
Francisco Juárez
Los gobiernos de México y Estados Unidos expresaron su preocupación por el incumplimiento del Tratado Comercial de México, Estados Unidos y Canadá en los sectores agrícola y automotriz.
Rumbo a la primera revisión del T-MEC, el gobierno mexicano alertó sobre presuntos abusos cometidos en contra de connacionales que laboran en los campos estadounidenses.
A través de una carta enviada al secretario de Trabajo de ese país, Martin Walsh, las autoridades mexicanas informaron sobre nueve irregularidades que violan las leyes laborales en la industria agrícola de ese país, así como reglas del acuerdo trilateral.
Entras las faltas cometidas están los incumplimientos en salarios y sueldos por tiempo extra, falta de regulación sobre el estrés causado por calor en la industria agrícola, equipo sanitario limitado como lavamanos y baños para empleados, carencia de protocolos ante el covid-19 y omisiones en agresiones de violencia y acoso sexual.
La queja del gobierno mexicano se da en medio de las controversias que desde Estados Unidos se promueven por violaciones en el sector automotriz mexicano. Una de ellas, ya ocasionó que la representante de ese país, Katherine Tai, solicitara a las secretarías del Trabajo y de Economía atender las presuntas violaciones laborales a trabajadores de la empresa de autopartes General Motors, de Silao, Guanajuato.
Desde abril pasado, las y los empleados de la empresa denunciaron irregularidades en el proceso para elegir a su dirigente sindical. Estas acusaciones fueron confirmadas por personal de la Secretaría del Trabajo, quien halló boletas destruidas y la empresa se negó a entregar los votos emitidos.
Esta intromisión en el proceso va en contra del capítulo 23 del T-MEC que estipula que el personal podrá participar en la negociación colectiva para organizar, formar y unirse al sindicato de su elección sin la interferencia de las empresas.
No obstante, en México esto no se ha cumplido. Hasta 2020, sólo una tercera parte de las plantas armadoras en el país habían cumplido con el trámite, de acuerdo con la Comisión Federal de Mejora Regulatoria.
En la misma situación se encuentra la empresa Tridonex, ubicada en Matamoros, Tamaulipas, donde la plantilla laboral ha sido acosada y despedida por sus esfuerzos para formar un sindicato independiente.
Ante estos hechos, la Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, la mayor central obrera de Estados Unidos, presentó una denuncia para que los gobiernos intervengan y resuelvan las condiciones de trabajo en la armadora.
Hasta ahora, el gobierno mexicano sólo se ha comprometido a reparar la afectación de los derechos sindicales de los empleados de la sucursal de General Motors, de Silao, Guanajuato.