Jorge Rubio, emprendedor de la Industria de cannabis en Canadá, dijo que es positiva la regulación, pero actualmente las autoridades no tienen la capacidad para regular el comercio para uso recreativo.
Escucha la conversación de Jorge Rubio con Luisa Iglesias Arvide.
Redacción IMER Noticias
Es muy positivo que exista una regulación de la marihuana en México, por la historia de crimen, de violencia y de gente que ha llegado a la cárcel por posesión mínima de la hierba. Sin embargo, en nuestro país la regulación debió haber sido gradual, consideró Jorge Rubio, emprendedor de la Industria de cannabis en Canadá desde 2017.
El también asesor en materia de cannabis sostuvo que nuestro país no tiene una experiencia en la siembra legal de marihuana y la implementación de la Ley Federal para la Regulación del Cannabis será muy complicada, lo que abre la puerta a que el mercado ilegal crezca.
Como ejemplo, dijo que en Canadá, donde se aprobó una regulación muy fuerte, actualmente más del 50 por ciento de la marihuana para uso recreativo se sigue vendiendo en la calle, como parte de un mercado negro.
«Cuando se empieza a avanzar en las tiendas de retail de cannabis, las licencias tardan mucho y entonces el mercado negro aprovecha el espacio de que es legal y sigue vendiendo y sigue vendiendo.»
Jorge Rubio consideró que las autoridades mexicanas no tienen la capacidad para regular la producción y el consumo de marihuana y que se debe reconsiderar que la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) sea el órgano rector.
«La Conadic no tiene ese mandato, no tiene las facultades, no tiene la experiencia, nunca ha dado licencias, no tiene el personal. La Cofepris sí lo tiene u otras agencias reguladoras. Por ejemplo, pasarlo a la Secretaría de Agricultura sería interesante.»
En ese sentido, dijo que había un frenesí por la ley, pero el frenesí debe ser más por la implementación de la misma. «Por eso, nosotros siempre creímos que debía ser una legalización gradual,» dijo el especialista.
«Ya Cofepris tiene un reglamento que se aprobó: empieza la industria medicinal; segundo paso: el cáñamo, que es una siembra mucho más amigable en términos de seguridad y experiencia. Para después transitar de esos dos mercados de cáñamo y de cannabis medicinal a un mercado recreativo, ya con experiencia de empresarios mexicanos, de regulación.»
Finalmente, Jorge Rubio dijo que la educación en cannabis para consumidores, pacientes, médicos, medios de comunicación será un pilar fundamental para eliminar el estigma y tener información confiable sobre los productos.