El expresidente ecuatoriano Rafael Correa advirtió que, junto con la crisis económica, gobiernos progresistas como el de Argentina o México podrían enfrentar graves problemas económicos si no se toman las medidas correctas para superar la recesión.
Ernesto Osorio
Los gobiernos progresistas en América Latina como el de México o el de Argentina, pueden enfrentar grandes problemas políticos si no se toman las decisiones correctas para enfrentar el impacto que dejará la pandemia del Covid en la economía de la región de América Latina, fue la advertencia que hizo el ex presidente de Ecuador Rafael Correa al participar en el webinario internacional pos covid y pos neoliberalismo, la pandemia y el futuro de américa latina, organizado por El Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) de la UNAM.
En lo que fue la tercera mesa del seminario participaron, además del expresidente ecuatoriano la Directora Ejecutiva de la CEPAL Martha Bárcena. Ambos panelistas coincidieron en señalar que, tras la pandemia del coronavirus, la región enfrentará una crisis económica de incalculables proporciones.
Primero, la doctora Bárcena recordó que el impacto en la economía se resentirá principalmente en la fuerza laboral, recordó las proyecciones del organismo que calcula en que se sumarán al desempleo 12 millones de personas, en su mayoría jóvenes y que en promedio 23.8 millones de personas que pertenecían a estratos bajos no pobres, caerán en la pobreza, mientras que 16.7 millones de personas de los estratos medios-bajos pasarían a pertenecer a estratos más bajos, un total de 215 millones de nuevos pobres.
La estadística fue compartida por el expresidente Correa, quien únicamente sumó a estas cifras que la caída en la economía regional será en promedio del 8% y en particular ubicó para nuestro país una caída del 6%. Ambos panelistas desarrollaron durante su exposición las diferentes alternativas que existen para poder superar la encrucijada.
Martha Bárcena enumeró algunas tareas inmediatas, como, abandonar la cultura del privilegio en Latinoamérica y poner al mercado al servicio de la sociedad; implementar un ingreso básico de emergencia, que los gobiernos garanticen un bono de emergencia o bono del hambre por tres meses; apoyo a pequeñas y medianas empresas y promover subsidios pues los créditos sirven, pero de muy poco. Particularmente promovió a un combate frontal a la evasión fiscal, pues con parte de lo que se recupere podrían financiarse parte de las anteriores propuestas.
Agregó además que debe impulsarse una nueva sociedad basada en la búsqueda del bienestar, con un enfoque sustentable y de protección al medio ambiente, pero todo, concebido como una sola región.
La Directora Ejecutiva de la CEPAL precisó que tampoco se debe renunciar al financiamiento externo y que también hay que promover de manera integral, que se logre una condonación a compromisos de deuda.
Pero insistió, la clave es la integración del bloque latinoamericano pues la nueva realidad nos confrontará a nuevos bloques regionales para la economía global.
Por su parte, el expresidente Correa fue más hacia el terreno de lo político; coincidió con la embajadora Bárcena en que deben transformarse las cadenas productivas y buscar que quienes más tengan aporten más a los recursos fiscales para ayudar a la sociedad que caerá en la pobreza extrema por esta pandemia.
Destacó el enfoque progresista que han mostrado gobiernos como el de Argentina o México, cuya política económica debe reforzar su enfoque social y no caer en las trampas del mercado.
Recordó que estos gobiernos progresistas serán atacados por quienes antes de la pandemia dominaban el mercado y por lo tanto deberán estar preparados para enfrentar una crisis política, una vez que se enfrenten las consecuencias de la pandemia de Covid.
El expresidente ecuatoriano insistió también en la integración de la economía latinoamericana y propuso evaluar la posibilidad de concretar un mercado común con una sola moneda en el cono sur, donde las economías regionales como la andina podrían superar la crisis del Covid