Una investigación reveló que en México se bebe agua con niveles de arsénico 70 veces arriba del límite recomendado por la OMS.
Escucha nuestra conversación con el periodista Gibrán Mena
IMER Noticias
El agua con arsénico que se bebe en México rebasa 70 veces el límite que permite la Organización Mundial de la Salud y 8.82 millones de personas están expuestas a este elemento tóxico. Así lo revela la investigación Veneno en mi agua, desarrollada conjuntamente por Patricia Curiel y Gibrán Mena y publicada por Data Crítica y Quinto Elemento Lab.
Esta peligrosa exposición a elementos tóxicos es consecuencia de la extracción sin control de agua, según la publicación. Asimismo, Gibrán Mena Aguilar, periodista de Quinto Elemento Lab y coautor de la investigación, dijo en entrevista para IMER Noticias que el centro y el norte del país concentran mayores niveles de arsénico en el agua, especialmente en zonas de eje volcánico y en territorios áridos.
“Llegamos a la conclusión de que la extracción desaforada del agua es la que está liberando el arsénico (…) A la hora de introducir pozos se modifica la estructura físico-química de los flujos subterráneos del agua. Es decir, introducir un pozo intensifica procesos naturales de liberación del arsénico”
Por otra parte, la investigación pone en evidencia que en México no existe una medición real de la extracción de agua. Gibrán Mena señaló
“El 70% del agua es extraída por diferentes industrias como embotelladoras, lecheras, energéticas, etc. Las mediciones no se hacen por parte del gobierno. Las empresas declaran por su cuenta el agua que extraen y nadie les mide ni les pide cuentas”
Entre los riesgos por la sobreexposición al arsénico por beber agua contaminada se encuentra el cáncer de piel, de pulmón, hígado, amputaciones y otras graves enfermedades irreversibles.
“Han habido varias propuestas para actualizar la norma mexicana que rige al agua potable, pero no ha avanzado”, compartió el periodista.
“En México tampoco hay un programa de vigilancia epidemiológica para detectar las consecuencias del consumo de arsénico en las poblaciones (…). Por lo tanto, la gente está a su suerte para ver si se entera, como por casualidad, que están consumiendo agua contaminada”
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