Un tratamiento experimental con bacteriófagos permitió a una mujer superar una infección por Klebsiella pneumoniae
IMER Noticias
Uno de los mayores retos en materia de ciencia y salud es la resistencia de las bacterias a los antibióticos. Un estudio publicado en la revista The Lancet reveló que tan solo en 2019 se registraron aproximadamente 1.27 millones de fallecimientos en el mundo debido a la resistencia a los antimicrobianos, una cifra solo superada por el covid-19 y la tuberculosis en términos de muertes globales por una infección. Sin embargo, los tratamientos con virus podrían revertir esta situación.
Karen Northshield, de 30 años, contrajo una infección por una superbacteria en marzo de 2016, tras resultar herida en el ataque perpetrado por la organización terrorista ISIS en las inmediaciones del aeropuerto de Bruselas, Bélgica, que dejó 35 personas muertas. Los médicos lograron salvarle la pierna izquierda, pero su muslo se infectó con Klebsiella pneumoniae, una bacteria responsable de enfermedades oportunistas.
Karen fue tratada durante casi dos años con todos los antibióticos disponibles actualmente, pero ninguno dio resultado. Fue entonces cuando sus médicos decidieron recurrir a un tratamiento experimental con bacteriófagos, es decir, virus que infectan exclusivamente a las bacterias.
La terapia, que se combinó con el uso de antibióticos, mejoró considerablemente el estado general de Karen. Tres meses después del inicio del tratamiento, los bacteriófagos no solo lograron controlar la infección; también permitieron a Karen recuperar la función muscular de su muslo izquierdo e incluso aumentar de peso.
Este exitoso caso demuestra que la combinación de un bacteriófago y un antibiótico es altamente eficaz contra la cepa de Klebsiella pneumoniae.
Conoce más en la revista Nature Communications.
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