La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos trajo sorpresas, homenajes y un mensaje de unidad entre las naciones. Foto: COM_Mexico
Jorge Villordo
- Naomi Osaka, la estrella del tenis, encendió el pebetero en el Estadio Olímpico de Tokio que recrea el Monte Fuji, diseñado por el arquitecto Kengo Kuma y que permanecerá encendido durante todos los juegos. La cuatro veces ganadora de cuatro torneos de Grand Slam tomó el último relevo de los 10,515 relevistas que durante 121 días recorrieron las 47 prefecturas, en gran parte fuera de la vía pública debido a la pandemia.
- Un emotivo homenaje recibió la campeona olímpica viva más longeva del mundo, Agnes Keleti. Esta gimnasta húngara, sobreviviente del holocausto, cumplió 100 años en enero y es considerada una de las mejores exponentes de esta disciplina en los Juegos Olímpicos.
- Con una impresionante demostración de tecnología y perfectamente coordinados, la noche de Tokio se iluminó con más de 1,800 drones en color azul índigo, tonalidad usada en el archipiélago japonés. Los drones se elevaron hasta formar un globo terráqueo en 3D, al mismo tiempo que se escuchaba “Imagine”, de Jhon Lenon, interpretada por tercera vez en unos juegos olímpicos. Con esto, los organizadores enviaron un mensaje de igualdad y hermandad entre todas las naciones.