Los genes de 32 especies de plantas dominantes en el desierto de Atacama, en Chile, están enriquecidos en respuestas al estrés, metabolismo y producción de energía.
IMER Noticias
El desierto de Atacama, en Chile, es considerado “el lugar no polar más árido de la Tierra”. Su nivel de radiación solar es el más alto del mundo. Sin embargo, posee vegetación capaz de sobrevivir y adaptarse a su clima extremo.
Durante diez años, investigadores de Chile y Estados Unidos analizaron 32 especies de plantas presentes en Atacama. Para ello, dentro del mismo desierto establecieron un laboratorio natural en el que caracterizaron el clima, el suelo, las plantas y la diversidad de microbios del suelo en 22 sitios. Los científicos cuantificaron la sequía, las deficiencias de nutrientes, las oscilaciones de temperatura diurnas y los gradientes de pH que definen tres cinturones de vegetación distintos.
Al concluir el estudio, los investigadores aseguraron haber encontrado una “mina de oro genética”, pues tras comparar el genoma de las 32 especies de Atacama con otras genéticamente similares, pero que no habían sido sometidas al proceso de adaptación en el desierto, descubrieron que los genes de las plantas de Atacama están enriquecidos en respuestas al estrés, metabolismo y producción de energía. Además, sus suelos asociados a las raíces están enriquecidos en bacterias promotoras del crecimiento.
Algunas plantas del desierto de Atacama están estrechamente relacionadas con cultivos básicos, como granos, legumbres y papas, por lo que el descubrimiento de sus supergenes podría ayudar a la ingeniería y manejo de cultivos que puedan prosperar en condiciones adversas, especialmente frente al cambio climático.
Te invitamos a consultar los resultados de la investigación en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America.
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