Las redes sociodigitales se han convertido en una nueva plataforma para la difusión de campañas contra derechos ganados por las mujeres -como la despenalización del aborto- que no solo generan adhesiones en el mundo digital sino que amplifican agendas políticas conservadoras.
Adriana Flores
En su mayoría son jóvenes. Algunos de sus videos tienen más de 208 mil visualizaciones, miles de likes o son compartidos centenares de veces. En sus cuentas utilizan etiquetas como #DerechaMexicana, #SoyProvida, #MeLateElCorazón o #Salvemoslas2vidas. Es la agenda conservadora en las redes sociales, específicamente en la cada vez más popular Tik Tok.
En un escenario considerado por sectores de derecha como “guerra cultural”, la agenda de grupos antiderechos se ha extendido hacia el mundo digital, como una estrategia para sumar juventudes y así garantizar el relevo generacional en un movimiento de rechazo hacia avances feministas.
Algunas especialistas ubican al año 1995, cuando se realizó la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, en Beijing, como el punto de partida para la rearticulación de organizaciones conservadoras contra la agenda progresista; en el caso de México, el llamado “contragolpe” inició el 23 de abril de 2007, con la despenalización de la interrupción del embarazo en la Ciudad de México.
Pero más allá de los orígenes, las redes sociales en las estrategias de las nuevas derechas tienen un rol clave en su capacidad de articular fuerzas así como en su identificación y promoción.
“Hay esta estrategia de impulsar a la gente que no le avergüenza decir que es conservadora, por eso impulsan esta identificación política y pienso que no hay problema,estamos en país democrático. Lo que están haciendo es coptar a los jóvenes”, dice Areli Veloz, doctora en Ciencias Antropológicas de la UAM-Iztapalapa.
La autora del estudio “La ideología de género y la consolidación de la nueva derecha en Baja California, México”, que analizó la organización de encuentros con temáticas conservadoras en Mexicali, concluyó que la articulación de la derecha aprovecha los estados donde está fortalecida -como Guanajuato, Chihuahua y Sonora-, para afianzarse desde lo local hacia lo nacional e internacional.
“Vemos la articulación de distintos personajes nacionales e internacionales que tienen proyecto en común que buscan quitar a esta izquierda disfrazada de ideología de género para revertir el avance de lo que ellos piensan que es la izquierda.”
¿Hay riesgos de retrocesos? La académica asiente, al recordar el referéndum promovido en Mexicali, Baja California, en la primavera de 2022, para exigir dar marcha atrás a la despenalización del aborto hasta la semana 12 de gestación. “Pasó en Estados Unidos, así que no veo por qué no puede pasar en otros países”, advierte.
“En este momento pareciera que no están tan fuertes por el gobierno en turno, pero el punto es que si lo vemos de manera internacional, pues sí los vamos a ver dentro de una gran polarización política que se está dando en Estados Unidos, en Brasil y Argentina. Ahí es donde podemos ubicarnos en un lugar de conflicto o vulnerable porque, por ejemplo, aquí en Estados Unidos se prohíbe que tengan ciertas lecturas sobre teorías feministas o hay problemas para abrir materias en universidades que tienen que ver con género”, explica.
Los antiderechos, un paso adelante
Para Jeraldine del Cid Castro, profesora e investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, México ha sido uno de los países que ha resistido el avance de la agenda de derecha en el continente, gracias al activismo del movimiento feminista y a resoluciones favorables para los derechos de las mujeres, como los que ha emitido la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Sin embargo, advirte que las campañas desde el sector conservador, el apoyo en las redes sociodigitales y la articulación de acciones con figuras y organizaciones políticas pueden ocasionar regresiones, como se puede ver en dos ejemplos: las prohibiciones y restricciones del aborto en Estados Unidos, a partir del fallo de la Suprema Corte en el litigio Roe vs Wade; y los 19 estados que, hasta ahora, mantienen en sus constituciones el derecho a la vida desde la concepción.
“El activismo empieza a movilizarse, sobre todo su discurso para intentar ir un paso adelante, identificar activistas y procesos locales y ver estados como Guanajuato, entonces van generando estos discursos antiderechos que lo que intentan es hacer agenda regresiva de lo que se ha venido ganando en Latinoamérica”, dice.
Dentro de sus estrategias logran hacer alianzas con organizaciones como el Frente Nacional por la Familia, la Conferencia Política de Acción Conservadora (reunida el 18 y 19 de noviembre en la Ciudad de México) y Actívate. La investigación periodística “Poderes no santos” identificó 66 organizaciones civiles, religiosas y políticas de corte ultraconservador en el país que llegan a tener lazos políticos y financiamiento a nivel trasnacional.
“Son discursos que en Latinoamérica tienen 20 años de estarse posicionando pero es una articulación un poco secular, neopentecostales pero están instalados en estas iglesias y se van acercando”.
“Nos llamaron fascistas”
Frida Espinosa, cofundadora de la organización Juventud y Vida AC (JUVE), no se identifica con los pañuelos morados y verdes que caracterizan las movilizaciones feministas, sino uno de color celeste, en lo que denomina “la defensa de la vida” y critica al presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, a quien acusa de actuar “como activista y no ministro”.
Para la joven de 22 años de edad, quien creó la organización junto con otro compañero en 2017, los mensajes en el mundo digital son una manera de contrarrestar lo que llama “hegemonía del pensamiento”, como considera a los derechos ganados por las mujeres, como la despenalización del aborto.
Con una participación activa en Tik Tok y Twitter (con más de 38 mil seguidores en ambas redes sociodigitales), le pregunto si cree que México tiene un ambiente propicio para ellos:
“Creo que hoy todo el ambiente es contrario, los medios aunque estuvieron durante todas las sesiones en el CPAC, en los encabezados nos llamaron nazis, fascistas, ultraextremistas, derechistas, aunque temas de los que hablamos fue en favor de la democracia y la libertad”, responde.
Sin embargo, reconoce que mediante estas campañas, la organización busca incidir en el terreno político, para que los congresos federal y estatales impulsen legislaciones sobre la atención a mujeres embarazadas, paternidad responsable y familia.
Para ello, sus integrantes también participan en parlamentos juveniles, talleres y congresos y el año pasado, lanzaron una iniciativa para que las y los candidatos firmaran una carta-compromiso para la defensa de “la dignidad humana, paz, democracia y derechos humanos”. Frida sentencia: “somos jóvenes que buscan exigirle a sus representantes públicos, no buscamos a un partido en especifico, no creemos que el color haga la diferencia”.