A un año de la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, por una toma clandestina de combustible, las secuelas continúan para los deudos de las 137 víctimas mortales de aquel suceso. Algunos enfrentan conflictos familiares y legales, mientras que a otros la falta de atención psicológica les ha complicado superar la pérdida.
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