Pese a que la edad para jubilarse legalmente es de 65 años, alrededor del 30% de esa población permanece económicamente activa.
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IMER Noticias
En el inicio de la pandemia muchas personas adultas mayores perdieron sus empleos. Al ser personas particularmente vulnerables ante la Covid-19, el coronavirus impactó tanto en su salud como en su economía.
En este contexto, investigadores señalan la urgencia de implementar políticas públicas que contemplen una mejor calidad de vida para esta población, ajena al asistencialismo. La Dra. Alejandra Macías Sánchez, directora de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), señaló que pese a que los 65 años es la edad en la que por ley una persona debe jubilarse, no todas las personas tienen esa posibilidad. De hecho, apuntó que el 30% de esa población sigue trabajando aún al superar esa edad.
Este 2022 comienza con muchas personas adultas mayores sin empleo, según la experta. Es por ello que resulta importante buscar alternativas para devolverlas al mercado laboral.
“El mercado laboral tendría que estar innovando en ese sentido, tratando de capacitar adultos mayores para mantenerlos activos, para aprovechar esa experiencia y para que sigan teniendo otra entrada económica”
Asimismo, la Dra. Macías Sánchez reconoció que los apoyos que se brindan desde el gobierno son una buena herramienta para apoyar a las personas adultas mayores. Sin embargo, no son suficientes para cubrir sus necesidades de alimentación, vivienda y salud.
“Son personas que por lo general presentan algún tipo de enfermedad, y muy probablemente una enfermedad crónico degenerativa. Y sus tratamientos son bastante caros”
¿Qué hay que hacer?
Ante esta situación, la doctora reiteró la necesidad de tener incentivos en el mercado laboral para incluir a las personas adultas mayores en los empleos.
La segunda área de oportunidad, según explicó, es la creación de un sistema de cuidados para este sector de la población.
“En este momento no existe ningún programa que pueda brindar estos servicios [de cuidados] a la comunidad de adultos mayores de 65 años (…). Se puede hacer un diseño integral para no tener problemas más adelante con ciertos privilegios para la población formal contra la informal, porque generalmente la seguridad social está ligada a tu situación laboral, lo cual no nos parece la mejor opción”
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