Las fracturas por estrés, como la que sufrió Rafael Nadal, son más comunes de lo que se puede pensar entre los deportistas. Las consecuencias de no tratarlas pueden ser graves.
Jose Antonio Garcia
En el deporte, llegamos a conocer sobre atletas que tienen las llamadas fracturas por estrés. Tal es el caso del tenista Rafael Nadal, quien sufre una fisura de estrés del tercer arco costal izquierdo. Pero ¿cómo podemos entender este padecimiento?
De acuerdo con el portal de Cleveland Clinic una fractura por estrés es una pequeña rotura en el hueso. Los lugares más comunes para tener una fractura por estrés son el segundo y tercer metatarso del pie.
Las fracturas por estrés también son comunes en el talón, en el hueso de la parte exterior de la pantorrilla, y en la navicular (el hueso en la parte superior del pie).
Cabe destacar que constituyen el 2% de todas las lesiones por deporte en los atletas.
Los síntomas de una fractura por estrés son los siguientes:
Dolor leve y/o debilidad en la zona donde se localiza la rotura, dolor profundo dentro del pie, tobillo, o dedo del pie, “dolor localizado” (sensibilidad en el lugar de la fractura al tocarlo), hinchazón en la parte superior del pie o en el tobillo, dolor que ocurre durante o después las actividades normales y dolor que viene con la actividad y se va con el descanso.
Si las fracturas no son atendidas a tiempo pueden provocar dolores severos, causar defectos en la zona afectada o hasta la artritis.
Te recomendamos: Voluntarios para el Mundial de Qatar 2022