“Todo lo que he escrito, es la respuesta a mis propias preguntas”, aseguró Elena Poniatowska durante el homenaje que le rindió la Universidad Autónoma Metropolitana en el marco de su próximo 90 aniversario.
En el homenaje participó Rafael Barajas El Fisgón quien aseguró que el periodismo “tiene un antes y un después” con Elena Poniatowska.
Amelia Rojas
Con un pastel en forma de libro y las tradicionales mañanitas a cargo de un mariachi fue como la Universidad Autónoma Metropolitana celebró los 90 años de la escritora Elena Poniatowska, en el marco del homenaje que le rindió la institución que hace poco más de dos décadas, la invistió con el Doctorado Honoris Causa.
El rector de la UAM José Antonio de los Reyes Heredia señaló, que este homenaje es una manera de mostrar aprecio a una integrante de la comunidad universitaria.
“Realizar este necesario homenaje a quien, como periodista, escritora y activista ha realizado contribuciones fundamentales a la labor de pensar y transformar a México, es la mejor forma que tenemos como comunidad universitaria de reiterarle nuestro aprecio, estimada Elena, y de reconocer la importancia de sus ideas y la influencia que las mismas han tenido en nuestra sociedad.
También representa, es preciso decirlo, una invitación para que nos acompañe en el proceso de renovación profundo que estamos emprendiendo, desde la Rectoría General, para resignificar la tarea de la difusión cultural, como un espacio que nos permitirá fortalecer el papel de esta tarea sustantiva en las labores de docencia e investigación”.
Elena Poniatowska, que el próximo 19 de mayo celebra su nonagésimo aniversario, sostuvo una conversación con la cineasta Mari Carmen de Lara en la que narró parte de su infancia y sus inicios en el periodismo. Entre dramatizaciones de fragmentos de sus libros, la cumpleañera dijo que desde niña tuvo mucha curiosidad y por ello le gusta hacer preguntas.
“Empecé a hacer entrevistas, realmente todo mi material de trabajo o todo lo que he escrito es una inmensa respuesta a mis preguntas. Porque toda la vida he preguntado, desde muy niña. Cuando eres niño preguntas, ¿qué es esto? Todo preguntas. Entonces yo pregunté y he seguido preguntando y todavía pregunto. Yo quisiera estar en tu lugar”.
En gran parte de sus libros las protagonistas son mujeres: Tinísima, De noche vienes, Las indómitas, La herida de Paulina, porque le interesó visibilizarlas en un mundo donde no son tomadas en cuenta.
“Yo me siento muy cercana a las mujeres desde siempre, porque yo veía que a las mujeres nadie les hacía ningún caso. Sobre todo en el periodismo, no les hacían caso. En la pintura sí le hacían caso, por ejemplo a Leonora Carrington, a Remedios Varo, desde luego bueno, Frida Kahlo, pues la vemos hasta en el fondo de una botella, está en todas partes”.
Amigo de muchos años, Rafael Barajas El Fisgón contó varias anécdotas de Elena Poniatowska en las que mostró su inteligencia e ingenio por lo que dijo no es ingenua como muchos piensan.
“Hay que decirlo: Elena sí se ha enfrentado a toda una serie de envidias y de pleitos que son verdaderamente penosos. Ella fue al final de cuentas, la que hizo la gran crónica del 68 y ahí todo un sector de gentes que no le perdonó, que Elena tuviera la capacidad de hacer este relato coral que fue tan importante para la nación. Yo sí creo que deberíamos tener claro que el periodismo fue uno antes de Elena y otro después de Elena. Este personaje que ha construido Elena de que es una mujer así como ingenua, perdón, detrás de eso hay una inteligencia absolutamente extraordinaria”.
El homenaje incluyó un breve concierto de chelo y piano en el que se interpretaron piezas de Joseph Hayden, Gabriel Fauré y Camille Saint Sans y la participación de Istria Ensamble que interpretó piezas mexicanas de Consuelo Velázquez y Armando Manzanero.
Fotografías cortesía de la Universidad Autónoma Metropolitana