Durante el foro virtual “El impacto de la Termoeléctrica de Tula”, expertos ambientalistas advierten que las condiciones de operación de la termoeléctrica harán más graves los efectos de la pandemia.
La proliferación de enfermedades respiratorias y los casos de mortalidad prematura en la Zona Metropolitana del Valle de México, seguirán si no se modifican las condiciones de operación de la Central Termoeléctrica de Tula, en Hidalgo la cual utiliza gas y combustóleo para generar energía.
Este miércoles se llevó a cabo el foro virtual “El Impacto de la Termoeléctrica de Tula, Contaminación atmosférica y salud pública en la Zona Metropolitana del Valle de México”, en donde los expertos coincidieron que la mezcla de gas natural y combustóleo que emplea la termoeléctrica para funcionar, representa una significativa fuente de emisiones de partículas PM2.5 y es la principal fuente de bióxido de azufre, características que la colocan como la segunda central eléctrica más contaminante de Norteamérica, entre las 500 mayores emisoras de Dióxido de azufre que operan la región.
Durante el encuentro, el ambientalista Gabriel Quadri, comentó además que la mezcla de gas natural y combustóleo, es una significativa fuente de emisiones de contaminantes y eso, vulnera aún más la salud de los habitantes de esta zona, especialmente en medio de la pandemia por coronavirus.
Horacio Riojas, del Instituto Nacional de Salud Pública, explicó que en los últimos dos meses se han publicado por lo menos cinco casos de estudio que concluyen que la exposición a contaminantes agravan los índices regionales de mortandad por covid 19.
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