Entre los avances de Tatiana Clouthier en la dependencia, especialistas señalan la llegada de remesas, estabilidad del tipo de cambio y un nivel moderado de crecimiento.
Adriana Esthela Flores
Un escenario de inflación de 8.7 por ciento anual, dos planes de medidas para contener el alza en precios de alimentos y las negociaciones aún pendientes en torno a las consultas de Estados Unidos y Canadá sobre la política energética, son parte de la carpeta de pendientes que tendrá Raquel Buenrostro al frente de la Secretaría de Economía.
Para los dos años restantes del sexenio y a pesar de las presiones inflacionarias a nivel internacional, el barco económico mexicano llega con ventaja: podría resultar beneficiado con la relocalización en la región -con potencial de atraer inversiones por 35 mil 300 millones de dólares al año, de acuerdo con reportes del Banco Interamericano de Desarrollo-, así como la reciente invitación de Estados Unidos para sumarse al histórico plan para reactivar la producción de semiconductores.
Más allá de las lecturas sobre la renuncia de Tatiana Clouthier, después de 19 meses en el cargo, especialistas coincidieron en que la próxima secretaria enfrentará cinco grandes desafíos: reimpulsar vínculos estratégicos con el empresariado nacional; evitar llegar al panel de controversias del T-MEC; contener la inflación, mantener el crecimiento y aumentar el nivel de inversiones.
Radiografía económica
Este es el más reciente balance económico, correspondiente a septiembre de 2022:
México sumó 21.4 millones de empleos formales, más de 795 mil más que en febrero de 2020, antes de la pandemia
Salario promedio mensual: 14 mil 619 pesos
Variación del tipo de cambio: 1.1 por ciento
Aumento de remesas: 15 por ciento
Aumento en inversión extranjera directa: 12 por ciento respecto al mismo semestre del año anterior
Crecimiento del PIB: 2.6 pro ciento
Inflación anual: 8.7 por ciento
Balance de la gestión de Clouthier
Para Abelardo Mariña Flores, doctor en Economía y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, el balance de la gestión de Tatiana Clouthier fue considerado como “razonablemente adecuado” por tres elementos: estabilidad cambiaria, subsidio a gasolinas y los acuerdos con el sector privado para contener la inflación.
“La conducción económica ha sido razonablemente buena por dos razones: economía mexicana no ha entrado en recesión, nuestra signos de crecimiento que no han decaído y la inflación se ha contenido relativamente, es un proceso mundial y en el caso de México se mantiene en países donde ha crecido a menores niveles y tercero: el mantenimiento de estabilidad tipo de cambio”.
Aunque señaló que la dirección económica es la correcta -combinada con la gestión de otras dependencias públicas como Hacienda y Energía- el especialista advirtió que la coyuntura es complicada y que los cambios en esta cartera no deben ser vistos como una dificultad.
“A mí no me escandalizan los cambios en el gabinete, creo que tiene una causa y estaría bien que se desarrolle este cambio de estafeta pero está bien rectificar. Cuando ha habido cambios en hacienda han tenido que ver con discrepancias en líneas estratégicas pero no hay que asustarse con estos cambios, son comunes en países democráticos”.
Enlistó cuatro desafíos centrales: Contener la inflación y el desabasto; establecer una política de largo plazo para recuperar la autosuficiencia alimentaria mediante el impulso a la producción agrícola y diseñar una nueva política industrial para reconstruir cadenas productivas desmanteladas en las últimas cuatro décadas que permitan que las inversiones se traduzcan en mayor beneficio social. También reconoció que será clave continuar las negociaciones respecto a la política energética en el contexto del T-MEC, sin ceder en puntos estratégicos.
“Los planteamientos de gobierno son claros: tenemos que ajustar lo que está firmado de tal manera que recuperemos soberanía nacional en favor del pueblo. Creo que hay que continuar con la negociación pero en términos de posición de fortaleza. A una negociación no llega uno cediendo sino demandando lo que uno considera es estratégico para bienestar de mexicanos no de empresas trasnacionales”.
Reforzar la confianza
Luis Antonio Andrade, profesor e investigador de la Universidad La Salle, consideró que el perfil profesional y político de Clouthier Carrillo al llegar a la secretaría, en 2021, fue crucial para llegar a acuerdos con el sector privado tanto de México como de Estados Unidos, en materia de inversiones. La exfuncionaria, dijo, estaba prácticamente de “manos atadas” y debió utilizar sus capacidades políticas para la vinculación con el empresariado.
“Ella tiene vinculo estratégico muy bueno con el sector empresarial y era el lazo intermedio entre el sector empresarial y el gobierno, era una pieza estratégica porque las empresas, Concamin, la Conapo la reconocen en el sentido de que es Tatiana Clouthier y había vinculo estratégico de utilizar contactos para abrirse entre ellos, los escuchaba, ellos se sentían escuchados y había cuestión de más producción, más empleo, atraer inversión extranjera”.
Andrade resaltó que la próxima secretaria de Economía deberá promover lazos de confianza con la iniciativa privada no solo para contener la inflación, sino para evitar llegar al panel de controversias en el T-MEC.
“Si empiezas de nuevo a reformular posturas que tenias con TMEC, con integrante nuevo y si esas posturas habían logrado avances, va a haber problemas. Hay que esperar otra vez los acuerdos”.
Planteó que el nombramiento tendría que ser de alguna o algún especialista externo al gobierno, pues consideró que no fueron acertadas las designaciones de Graciela Márquez Colín y Clouthier Carrillo en dicha secretaría.
“Hay problema desde el punto de vista de cuando ganas administración, tienes que saber qué tipo de secretarías vas a poner y yo sé que bandera del gobierno es anticorrupción y primero los pobres, pero creo que eso no es suficiente: tienen que estar bien definidos los cargos”.
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