Regina Cabrera, integrante de Fridays for Future México, participará en la cumbre mundial en Glasgow, Escocia, y pedirá frenar el daño al medio ambiente.
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IMER Noticias
Empatía, rebeldía y justicia. Esas tres palabras definen la lucha de las y los jóvenes contra el cambio climático. Una lucha de la que depende su futuro y el de las nuevas generaciones.
Regina Cabrera, integrante de Fridays for Future México, advierte que queda poco tiempo y que las acciones de los gobiernos del mundo deben enfocarse en las personas en situación de vulnerabilidad, principalmente en las mujeres y pueblos indígenas.
Poner freno a las emisiones contaminantes es el primer paso, pero este no puede darse sin garantizar que habrá justicia y que los daños ocasionados por los desastres naturales derivados del cambio climático –inundaciones, incendios y pérdida de los ecosistemas– serán reparados.
Esa es la exigencia con la que Regina llegará a la Conferencia de las Partes, la COP26, que para ella es la última oportunidad de los líderes mundiales de corregir el rumbo.
Esto es lo que platicó con IMER Noticias.
¿Cuál es el mensaje que buscas transmitir al mundo en tu participación en esta cumbre?
Lo que queremos hacer y estamos intentando hacer es llevar todo este discurso de cómo los defensores de la Tierra también son importantes. Sí es importante que se escuche a las juventudes, pero creo que es aún más importante escuchar a las personas que han sido históricamente oprimidas, como son las comunidades indígenas, las personas racializadas, etcétera, porque realmente son a ellos a quienes más les va a afectar el cambio climático y a quienes más les está afectando.
Entonces, ahorita el discurso que trae Fridays no es tanto de encontrar algún referente de la lucha, sino hacer que las voces que van a ser más afectadas y que están siendo más afectadas, se escuchen.
¿Cuál es la particularidad que tiene la lucha contra el cambio climático en nuestro país?
México es evidentemente muy diferente a lo que viene siendo Europa, el norte global, estos países que antes eran mal llamados de primer mundo. Evidentemente somos sumamente diferentes, porque las problemáticas son distintas.
Aquí en México, lo que nosotros como movimiento tratamos mucho es que lo que más se escuche sean los defensores de la Tierra, que están siendo asesinados. De hecho, en México hace un mes o dos acaba de pasar al segundo lugar más peligroso para defender a la Tierra, estábamos en el cuarto y ahora es el segundo. Es algo que no se vive en Europa.
¿Cuál es el principal problema relacionado con el cambio climático que tú ves en México?
Lo que traemos mucho dentro de nuestra campaña, que se llama “Pemex no te ama”, que es una campaña que vamos a seguir haciendo y de hecho es algo que también queremos llevar a la COP, es justo esta parte de justicia climática.
La justicia climática tiene que ver con que todo lo que se haga a favor del clima también se haga a favor de la gente y de las personas que han sido históricamente oprimidas. ¿Qué pasa con Pemex? Pemex ha sido sumamente extractivista, ha afectado a muchas personas e incluso, si sigue en pie (la refinería de Dos Bocas), Tabasco podría quedar bajo el agua en muy poco tiempo, por el suelo que no aguanta las refinerías.
Hablas de justicia climática, ¿en qué acciones se traduce esa exigencia?
Estas reparaciones tienen que ver con devolverle a la gente lo que se la ha quitado, con una transición energética justa, que sería dejar los fósiles en el suelo, reducir emisiones y darle a la gente lo que se le ha quitado, ya sea por medio de diferentes acciones que puede realizar el gobierno para tener reparaciones como hemos estado planteando.
Lo que se le está pidiendo a Pemex de nuestra parte es que se reduzcan las emisiones, que sea transparente con todo el daño que hace tanto a la Tierra como a los territorios de las personas que viven ahí. Y esta parte de justicia climática, que se le dé a las personas aquello que les han quitado y que Tabasco y donde sea que estén las refinerías, se haga un espacio seguro para las personas y que vivan de una forma digna.
Cuando hablamos de crisis climática no es algo que tenemos que ver lejos, o sea, es algo que ya está en el camino y las acciones por eso deben de ser radicales y drásticas. Eso es lo que necesitamos, porque ya no nos queda tiempo porque las consecuencias ya se están viendo y la hemos estado viendo en el país, incluso con la pandemia, con las inundaciones, con los incendios, con los deslaves.
Si tuvieras la oportunidad de encontrarte con algún líder mundial en esta cumbre, ¿quién sería y qué le dirías?
Yo de verdad creo que las personas que estamos en el activismo hemos perdido una total esperanza en nuestros líderes. Lo que queremos hacer es hacer presión, crear comunidad, crear unidad entre diferentes activistas y escuchar otras realidades, sobre todo.
La meta que se han trazado los países es 2030, ¿qué mundo esperas ver en ocho años?
Como un mundo con más esperanza, que se dé cuenta que el cambio es posible. Porque muchas veces siento que cuando se habla de crisis climática son cosas muy negativas, pero yo pienso que no, que hay que tener esta esperanza de que nosotros podemos ser el cambio y también está en nuestras manos.
Entonces me gustaría ver un mundo evidentemente más justo y un mundo más sostenible, en donde vayamos generando un cambio y sobre todo que ya no esté en riesgo nuestro futuro.
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