Entre 2014 e inicios de 2019, 90 instituciones de salud de los estados y de la federación desviaron 4 mil 179 millones de pesos de dinero público, a través de empresas fantasma con las que firmaron contratos para la adquisición de instrumental y equipo médico, entre otros insumos sanitarios.
En el estudio Facturas Falsas: La Epidemia en el Sector Salud, las organizaciones Impunidad Cero y Justicia Justa revelaron que durante esos años hospitales, clínicas y organismos desconcentrados de salud, como el IMSS y el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), usaron 22 mil 933 facturas de empresas fantasma para el desvío de recursos.
El 83 por ciento de los recursos fue desviado desde organismos estatales, principalmente del Estado de México, Chihuahua, Jalisco, Sonora, Sinaloa, Oaxaca, Chiapas, Hidalgo, Quintana Roo y Yucatán.
A nivel federal, los desvíos donde se detectaron los desvíos en los primeros meses del nuevo gobierno son el IMSS, el ISSSTE y el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas. En esas instituciones se detectó el uso de facturas falsas para la contratación de servicios por 3 millones de pesos en ese periodo.
Interacción Biomédica fue la empresa que obtuvo mayores recursos durante el periodo que comprende el estudio. En total concentró 39% de los recursos, con Mil 600 millones de pesos.
Los contratos firmados con esta empresa se dieron entre enero de 2014 y diciembre de 2018 a pesar de que en 2017 el SAT la había incluido en su listado “definitivo” de compañías fantasma.
Luis Pérez de Acha, quien participó en la investigación, advirtió que estos hechos muestran las redes de complicidad existentes entre autoridades y particulares que hacen que estos delitos sigan impunes.