Respecto al papel de influencers, en México existe un Código de Ética para el comercio en línea que a nadie le importa, dice Maximilian Murck, cofundador de Tec-Check.
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IMER Noticias
Como en pasadas elecciones, el Partido Verde fue promovido por artistas e influencers durante la pasada veda electoral. Al menos 80 cuentas han sido identificadas por estas prácticas. El Instituto Nacional Electoral (INE) y la Fiscalía General de la República (FGR) ya iniciaron las investigaciones correspondientes.
En medio de esta polémica la Organización de Consumidores en Línea, Tec-Check impulsa una denuncia ciudadana contra las personas implicadas y busca generar una organización de consumidores confiable en línea. En la Primera Emisión de IMER Noticias conversamos con su cofundador Maximilian Murck.
“Lo que observamos el fin de semana es un esquema de publicidad engañosa como lo hemos observado también en otros eventos comerciales. Es importante separar el problema entre lo que pasó el sábado y el domingo en plena veda electoral y, por otra parte, el rol de los influencers y este esquema de publicidad engañosa”
El experto comentó que estas figuras públicas de Internet realizaron publicidad a cambio de dinero, actividad que debería ser regulada y transparentada tal cual ocurre en otros países, donde cada anuncio pagado a un/una influencer tenga una etiqueta para que el consumidor, o audiencia, pueda saber que se trata de una recomendación pagada.
Murck recordó que en México esta es una regulación que ya existe para medios tradicionales, así como la existencia de un Código de Ética para comercio electrónico publicado recientemente por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en donde dice específicamente que cualquier publicidad debe ir identificable y visible para los consumidores.
“Podemos observar que los influencers no cumplen con ese código y hacen lo que quieren. Pero es importante destacar que cuando estas personas de México reciben un pago de Estados Unidos o un país de la Unión Europea sí colocan una etiqueta de publicidad pagada. Vemos un problema en donde sí existe un Código de Ética, pero a nadie le importa”
Finalmente, subrayó que estas prácticas deben transparentarse y no debe seguir tolerando que cuando se trata de una colaboración con marcas extranjeras sí coloquen la etiqueta, pero cuando es una nacional, la omitan.
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