“Tenemos mayor población y menos recursos, si hacemos medición por afiliado, ellos pierden”, dijo el experto Jorge Cano sobre el Insabi.
Escucha la entrevista con el experto en temas de salud, Jorge Cano
IMER Noticias
Luego de que la Cámara de Diputados aprobó el martes, desaparecer el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y trasladar sus funciones al IMSS-Bienestar, programa que se encargará del abasto medicinal y gratuidad de los servicios médicos, dos factores influyeron para desaparecer la dependencia: inflación, y poco acceso a medicamentos.
En entrevista con IMER Noticias, Jorge Cano, investigador de México Evalua, aseveró que en sexenios pasados, había más libertad para la compra de medicamentos y que con los efectos inflacionarios que impactaron a México, ahora hay mayor de demanda de servicios de salud, pero pocos recursos.
“El problema fue con el presupuesto, se media con los servicios de salud, en 2022 el número de subsidios solo fue de poco más de 54 mil millones de pesos, cuando inicialmente fue de 81 mil millones, es decir, tenemos mayor población y menos recursos y si hacemos medición por afiliado y en 2022 se estaban otorgando 816 pesos por afiliado”, dijo el experto.
Con 266 votos a favor y 222 en contra, los diputados aprobaron en lo general y en lo particular la reforma que desaparece el Insabi, instituto creado en el 2020 por decreto del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que sustituyó el Seguro Popular.
“Tanto el Seguro Popular como el Insabi son mecanismo de financiamiento de las personas sin seguridad social de los hospitales estatales y de la Secretaría de Salud, lo que teníamos desde el sexenio de Peña hasta Calderón fue el Seguro Popular y este contaba con un financiamiento para atender muchas enfermedades”, dijo.
No obstante, agregó que se hicieron modificaciones importantes en Insabi por lo cual, dejó de atender a millones de afiliados.
“En 2019 y 2020 se hizo esta transición y con modificaciones relevantes para mejorar la atención social de las personas, de los más pobres, no obstante se hicieron cambios que no enfocaron esto”, abundó Cano.
Agregó que tras los efectos inflacionarios que impactaron a México, los usuarios perdían más al afiliarse que contar con los limitados servicios de Insabi.
“En el seguro popular el gasto se hacía per cápita, es decir, dependiendo del número de afiliados y con Insabi la población objetivo aumento a 61 millones, aunque no se incrementó el financiamiento”.
“Se tomó la decisión de dar menos dinero a la institución y Hacienda estaba forzada a otorgar el presupuesto, ahora hay discrecionalidad, y en un momento de gran inflación podrían dar más, pero los usuarios perderían recursos de forma real”.
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