Ofrendados a un dios maya del inframundo, arqueólogos del INAH descubrieron más de 20 restos humanos con señales de decapitación en Tabasco.
Fabián Vega
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron más de 20 restos humanos de cuerpos decapitados a las faldas del templo-pirámide Estructura 18 de la Zona Arqueológica del Moral-Reforma de Balancán, Tabasco.
Dada su temporalidad y localización, los expertos concluyeron que los restos estarían dedicados a una deidad del inframundo maya. Sobre todo, dadas las señales de decapitación de los antiguos cráneos.
Restos relacionados con la construcción del templo-pirámide
Los arqueólogos también descubrieron que dos conjuntos óseos corresponden al periodo Clásico Tardío (600 – 900 d.C.) cuando Moral-Reforma se consolidó como un enclave de control en la navegación, e intercambio comercial y cultural para la cultura maya y los pueblos de la costa del Golfo de México.
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La música para los antiguos mayas era parte de su vida civil y religiosa, como lo presentan pinturas murales y en elementos de cerámica.
Solían reproducir los sonidos de la naturaleza con ocarinas, flautas, tambores, caracoles, sonajas y rascadores. pic.twitter.com/oPQY0r05Rx
— INAHmx (@INAHmx) April 19, 2023
También se encontró un tercero relacionado con el Preclásico Tardío (entre el 300 a.C. y el 250 d.C.) con 567 piezas de jade, concha, anillos, caracoles perforados y vasijas.
El hallazgo se da en medio del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza). Que es impulsado por la Secretaría de Cultura y busca rescatar la infraestructura de los sitios que se encuentran cerca de las obras del Tren Maya.
Los cráneos corresponden a jóvenes adultos masculinos
Los restos encontrados corresponden en su mayoría a hombres jóvenes con deformaciones intencionales en sus cráneos. De acuerdo con Apolinar esto se trata de un rasgo que les dotaba de un mayor estatus social.
Es un rasgo físico que se obtenía de manera intencional, mediante el entablillado de la cabeza a temprana edad, porque elevaba el estatus de los individuos en la sociedad maya precolombina. Asimismo, en dos individuos del Clásico Tardío se observa modificación dentaria mediante limado e incrustaciones de jade en las piezas frontales.
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