El Seminario Sobre Violencia y Paz de El Colegio de México analizó los mensajes que se distribuyeron en redes sociales desde el 3 de mayo.
El sociólogo Rodrigo Peña platica con Elia Baltazar.
IMER Noticias
El accidente en la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México propició el surgimiento de mensajes de odio, desinformación y teorías conspirativas, que fueron analizados por el Seminario Sobre Violencia y Paz de El Colegio de México.
El sociólogo Rodrigo Peña, director del Seminario, dijo que los mensajes que se distribuyeron en las redes sociales activaron la polarización entre los usuarios, quienes buscaban culpables entre Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Miguel Ángel Mancera.
El análisis identificó a superdifusores –cuentas de personas relevantes, principalmente del contexto político– que produjeron mensajes y propiciaron la discusión e inmediata polarización.
Rodrigo Peña advirtió que entre más polarizados estén los usuarios de las redes sociales es más factible que se generen noticias falsas o incluso teorías conspirativas, como ocurrió desde el momento del desplome de la trabe de la estación Olivos, en la Alcaldía Tláhuac.
“Hay comentarios respecto a que el evento del metro fue en respuesta a la visita del canciller Ebrard a Rusia y como esto se encaja, apelando a alusiones de la Guerra Fría, a teorías conspirativas dadas en un gran marco que por supuesto no tienen sentido, pero que hacen sentido a quienes la reciben y las reproducen”.
El sociólogo consideró que debe haber una responsabilidad compartida entre las plataformas digitales, las autoridades y los usuarios, para pugnar por el flujo de información confirmada.
“Aquí estamos hablando de un escenario de responsabilidades compartidas: del lado de las plataformas digitales hay una responsabilidad que cada vez existe más, pero que hace falta profundizar al respecto, a mediar el tipo de información que se difunde, y después viene la responsabilidad de los gobiernos, de los gobernantes, concretamente de instituciones públicas y de autoridades, por hacer un buen uso del tipo de información que difunden, incluyendo los liderazgos políticos, y después vine a una responsabilidad de la ciudadanía por informarse de una mejor manera y ahí sí tenemos una responsabilidad colectiva porque es donde más tiene impacto”.