Se trata de una cabeza de estuco de más de 1300 años de antigüedad, que muestra la manera en que los mayas revivían el pasaje mítico sobre el nacimiento, la muerte y resurrección de la deidad del maíz.
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Carolina López Hidalgo
Arqueólogos descubren en Palenque una cabeza de estuco del joven dios del maíz, vinculada a un depósito ritual. El hallazgo se da a conocer para que las comunidades aledañas se identifiquen con esta cultura ancestral, aseguró Alejandra Fraustro secretaria de Cultura.
“Es la posibilidad de que estos vestigios que se encuentran en estas excavaciones, se den a conocer en primer lugar por las personas del lugar que se reconozcan en su riqueza cultural, que se reconozcan en su historia y en su civilización, ya que son los herederos de esa civilización y de esas culturas”.
La cabeza de estuco fue encontrada en la zona arqueológica de Palenque, en el área de la fachada sur de la Casa B en el Palacio.
El hallazgo se suma a la cabeza encontrada en 2018, que se logró gracias a las investigaciones y trabajos de conservación arquitectónica que permitió el descubrimiento de un depósito ritual quemado en un estanque, con un sistema de drenaje sumamente sofisticado para la época.
La representación de la divinidad maya, de más de mil 300 años de antigüedad, se halló durante trabajos de conservación en un pasillo de El Palacio como lo señaló el arqueólogo encargado de la zona, Arnoldo González Cruz.
“Iniciamos la labor de conservación arquitectónica en el en el Palacio, por parte del Instituto Nacional de Antropología historia financiado Conjuntamente con con la embajada de Estados Unidos donde se seleccionaron algunas casas que presentaban problemas de conservación y durante el proceso localizamos esta escultura de más de 1300 años”.
La escultura se cree es el eje de una ofrenda que se dispuso sobre un estanque, emulando el ingreso de la deidad al inframundo, en un entorno acuático, así lo dio a conocer el arqueólogo Carlos Varela, del INAH Chiapas.
“Debajo de esta cabeza de estuco hallamos un depósito ritual quemado, que podría ser un evento de clausura de un estanque con un sistema de drenaje, sumamente sofisticado, el estanque ya se encuentra consolidado tanto a nivel del basamento como los elementos decorativos en estuco que revestían este espacio”.
Lo que permite empezar a conocer cómo los antiguos mayas de Palenque revivían de manera constante el pasaje mítico sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección de la deidad del maíz, dijo el investigador del Centro INAH Chiapas, Arnoldo González Cruz.
La escultura, que debió ser modelada alrededor de un soporte de piedra caliza, tiene características gráciles: el mentón es afilado, pronunciado y partido; los labios son finos y se proyectan hacia afuera. Los pómulos son finos y redondeados; y los ojos, alargados y delgados. De la frente amplia, larga, aplanada y de forma rectangular, nace una nariz ancha y pronunciada.
Esta pieza se encuentra en restauración para posteriormente exponerla en el museo de la zona arqueológica de Palenque.
“Se encontró en un contexto de humedad, entonces se tuvo que dejar secando paulatinamente para para que la pieza no se deteriore más con un cambio de ambiente tan drástico , ya que estaba en medio del agua y ahorita ya, está más seco, ya la vamos a poder trabajar; lo que vamos a hacer es limpiar todos los fragmentos para tratar de adherir”.
