Las violentas protestas que se registran en Chile ya han dejado al menos 11 muertos, confirmaron autoridades después de un fin de semana de movilizaciones derivadas del aumento a la tarifa del Metro.
El cuerpo de bomberos de Santiago informó que esta mañana fueron hallados cinco cadáveres entre los escombros de una fábrica de textiles que se incendió durante la madrugada.
“Lamentablemente se han encontrado cinco cuerpos al interior de la fábrica, producto de este incendio”, afirmó el segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago, Diego Velásquez al diario El Mercurio.
Velásquez adelantó que como hipótesis del incendio se maneja la posibilidad de que haya sido intencional.
Se tiene registro que dos personas más murieron en un incendio en un supermercado que era saqueado, de las cuatro personas restantes no se aclaró la causa de su muerte.
Ante estos hechos, el gobierno del presidente Sebastian Piñera decretó estado de emergencia y toque de queda en la capital para tratar de disuadir las manifestaciones, sin embargo, esta medida no fue suficiente y durante el domingo siguieron los enfrentamientos.
De acuerdo con autoridades, han sido detenidas al menos mil 470 personas por los disturbios.
El domingo, en una comparecencia ante medios, en la que estuvo acompañado por el ministro de Defensa, Alberto Espina, Piñera, dijo que su país está en guerra contra un enemigo poderoso.
“Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, incluso cuando significa la pérdida de vidas humanas, con el único propósito de producir el mayor daño posible”, aseveró.
Las protestas estallaron el viernes en Santiago en contra del alza de las tarifas del Metro, medida revertida por el gobierno el sábado-, pero luego se fueron haciendo eco de muchas otras reivindicaciones en una sociedad que incuba desde hace años un gran descontento, y se fueron extendiendo a otras ciudades como Valparaíso y Concepción.
Con información de El Mercurio y El Clarín