A través de la entrega de acervos literarios y la creación de clubes en los Centros de Internamiento para Jóvenes en Conflicto con la Ley, se fomentará la lectura y la reinserción social de más de 1200 reclusas.
Amelia Rojas
Con el objetivo de fomentar la lectura y buscar la reinserción de internos, el Fondo de Cultura Económica entregó los primeros 100 acervos literarios que serán repartidos en Centros de Internamiento para Jóvenes en Conflicto con la Ley, en un proyecto que capacitó como mediadores de lectura a 309 servidores públicos de las áreas de Psicología y Trabajo Social.
Paco Ignacio Taibo II, director del FCE, explicó que este proyecto se intentó hace tres años, pero el primer obstáculo fue una lista de libros que no se podían distribuir en centros penitenciarios. En esta ocasión se entregarán volúmenes de la colección “21 para el 21” a los 1,282 jóvenes de los 45 Centros de Internamiento, con el propósito de extenderlo a los 273 centros penitenciarios del país.
“No es una broma, porque según he descubierto hay reclusorios federales, reclusorio estatales, donde deben seguir estando las malvadas listas de libros prohibidos. Lo cual, reitero, es anticonstitucional, no le puedes prohibir a ningún mexicano que lea. La libertad de expresión es uno de los pilares constitucionales del país. Y va a estar complicado porque hay que capacitar a personal de reclusorios en muchos lugares donde no lo vamos a encontrar fácilmente y luego crear clubes de lectura en cada reclusorio y luego mandar fondo semilla de 15 libros”.
Paco Ignacio Taibo señaló que otro sector que se atenderá serán los migrantes por lo que se enviarán libros para niños haitianos que permanecen en Monterrey y en otras localidades.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, aseguró que uno de los objetivos de esta administración es la reinserción social, especialmente de los jóvenes internos que fueron detenidos por un primer delito.
Aseguró que jamás se prohibirá la lectura de un libro, porque se ha logrado la erradicación de la censura.
“Queremos romper con los patrones de control anterior, no hay libros prohibidos, no habrá libros prohibidos en los centros penitenciarios, como no lo hay tampoco en las películas, en las obras de teatro y en ninguna expresión de carácter artístico”.
La distribución de libros en centros de internamiento para jóvenes en conflicto con la ley se lleva a cabo en el programa de Talleres de Fomento a la Lectura que lleva a cabo la Secretaría de Gobernación con el Fondo de Cultura Económica.