La británica Emma Raducanu (18) y la canadiense Leylah Fernandez (19) se enfrentarán en Nueva York el sábado.
Jorge Villordo
La británica Emma Raducanu y la canadiense Leylah Fernandez se enfrentarán en la final femenil del US Open el sábado, en una competencia que no se veía desde 1999 entre menores de 20 años.
Será la primera final juvenil de un Torneo Grand Slam de Tenis desde la pelea por el título de 1999 cuando la estadounidense Serena Williams, con 17 años, le ganó a la suiza Martina Hingis, con un año más.
Ahora, Raducanu, de 18, y Fernandez, de 19, medirán sus fuerzas en la cancha de Flushing Meadows, en Nueva York.
¿Quiénes son las estrellas juveniles?
Emma Raducanu es la joven que no ha perdido un solo set en ocho duelos y que solo ha concedido 27 juegos. Es a quien Wimbledon la invitó pese a ser una novata profesional. Es quien venció a la campeona olímpica Belinda Bencic, la 12 del mundo. Es la que cambió a la equitación, natación, baloncesto, esquí, golf, karting, el motocross y hace unas semanas las notas sobresalientes y con honores en Matemáticas y Economía en Newstead School, en Inglaterra, por jugar tenis.
Es ella, Emma Raducanu, la gran revelación del certamen que llega a la final desde la fase previa, la primera en la historia, incluida la competencia varonil. Es ella, la que reeditará la presencia de la última británica en ganar un Grand Slam, Virginia Wade, quien ganó en 1977, Wimbledon.
Es ella, la número 150 del mundo que nació en Toronto en 2002, de madre china y padre rumano, que ganó su primer título de la ITF con solo 13 años.
Su rival, con la misma historia maravillosa, será Leylha Fernandez, canadiense, de madre tailandesa y padre ecuatoriano, quien también ya saboreó su primer título, el Roland Garros junior en 2019. Es ella, quien comenzó en el deporte blanco por casualidad, quien siguió los pasos deportivos por papá, exfutbolista, quien es su entrenador y que, por cierto, tuvo que aprender tenis ante la insistencia de su hija y quien nunca uso tenistas como influencia competitiva, pero que usó dos grandes leyendas del balompié como ejemplo: Ronaldinho y Lionel Messi, aunque su estilo lo moldeó con la ofensiva de Andre Agassi, la creatividad de Roger Federer y la ética al trabajo de Rafael Nadal.
Es Leylha, quien en su camino se impuso a la ex número uno, tercera del ránking y campeona del US Open en 2018 y 2020, Naomi Osaka. Es ella, quien doblegó a la ex número uno y campeona en 2016, Angelique Kerber, y fue ella la que derrotó a la quinta raqueta del circuito, Elina Svitolina.
Fernandez fue campeona en Monterrey, su único título hasta ahora, y finalista del Abierto Mexicano de Acapulco en 2020 y que la pandemia le cobró un año de progresión, que sin embargo renovó el preparador físico cubano Duglas Cordero, entrenador de Dominic Thiem y Fabio Fognini. Es ella, la jugadora zurda que se para en la cancha como diestra, que abre la cancha de sus rivales.
Ambas juegan la final femenil de singles, del último Grand Slam del año y ya se han enfrentado en el pasado; Raducanu le ganó a la canadiense por 6-2 y 6-4 en la segunda ronda de Wimbledon Junior en 2018.