Xavier Robles fue un guionista con espíritu de productor, que siempre abogó por la libertad creativa, aseguró el cineasta y productor Víctor Ugalde, sobre el escritor de la película Rojo Amanecer.
Cineastas, productores e instituciones culturales lamentaron el fallecimiento de Xavier Robles a los 73 años, como consecuencia de un accidente vehicular.
Amelia Rojas
La sala de cine del Complejo Cultural Los Pinos quedó a la espera de la llegada del guionista Xavier Robles este viernes. El escritor acudiría a la función de su documental “Ayotzinapa, Crónica de un crimen de Estado”, sin embargo horas antes falleció por complicaciones debido un accidente vehicular.
En ese documental, realizado en 2021 junto con su esposa, la productora Guadalupe Ortega hizo un relato testimonial sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas. Previo a este trabajo, realizó el documental “La Luz del Alba”, en la que retrató a cinco comunidades en resistencia: Cherán, Michoacán; Técpan de Galeana, en las montañas de Guerrero; Guelatao de Juárez, en la sierra norte de Oaxaca; Nochixtlán en Oaxaca y Cuetzalan, en la sierra de Puebla.
Su preocupación fueron las injusticias sociales y su pensamiento lo plasmó en diversas películas, sin duda “Rojo Amanecer”, la más taquillera y laureada de todas ellas.
El cineasta Victor Ugalde comenta que “Rojo Amanecer” es una película que se mantiene vigente, y que por sus características es una historia de horror.
“Si tú analizas bien este la película de Rojo amanecer es una película de horror, cumple con todas las premisas del cine de horror y el cine de denuncias, por eso pues fue el éxito que es y que todos los años hace que nos acordemos de un crimen de Estado, en el cual todavía hasta la fecha no hay justicia.
Entonces la película es una bofetada que año con año tenemos que recordar porque así era el país se le ocurrió. Lo reflejó muy bien, por eso el público pues la sigue”.
Para muchos de sus colegas cineastas, Xavier Robles fue uno de los mejores escritores del cine mexicano. Maria Diego Hernandez, escritora de cintas como Los años de Greta y La Habitación, Robles mostró gran creatividad en las que considera dos de sus grandes historias: Las Poquianchis y Rojo Amanecer.
“La manera como se resolvió, La historia me pareció fantástica, realmente con una gran capacidad creativa, como no lo había visto en los últimos tiempos. Que todo se resolviera prácticamente en un departamento y que no viéramos la violencia, no viéramos la sangre, sino todo está llevado a un nivel de tensión verdaderamente sofocante y de mucha angustia”.
Xavier Robles fue autor de una treintena de películas: Cabeza de Vaca, Bajo la Metralla, Los Motivos de Luz, Zapata en Chinameca, en las cuales aportó no solo su talento en el guión, sino en los detalles de producción, señala Victor Ugalde.
“Tenía ideas brillantes de producción o sea, un guionista es el oficio de escribir, hacer la secuenciación. Pero un guionista tiene que imaginarse cómo se van a financiar sus películas, que no eran fácil que se las financiaran. Entonces él lograba ideas de producción, ese oficio de saber escribir buenas historias con pocos recursos, y sus historias siempre tenían la línea de manutención y tenían línea de denuncia.
Las de manutención son las que escribió con diferentes productores Toni Aguilar, Mario Hernández, su director amigo: pero pues tenía una vocación de denuncia y esas era súper difícil, por eso trabajó con las cooperativas, por eso trabajo al final con sus colectivos”.
Xavier Robles falleció a los 73 años y quedaron pendiente varios proyectos. Su primera ficción que titularía “Mentiras y TV”, en la que mostraría las relaciones entre el poder y los medios de comunicación. Además estaba haciendo algunas investigaciones sobre Plutarco Elias Calles que quedaron en el tintero.