Cuando ver ya no es suficiente para creer
El empleo de inteligencia artificial para la manipulación de imágenes supone un nuevo reto para el mundo de la comunicación: su mal uso puede llevar a una confusión sin precedentes entre las audiencias.
El empleo de inteligencia artificial para la manipulación de imágenes supone un nuevo reto para el mundo de la comunicación: su mal uso puede llevar a una confusión sin precedentes entre las audiencias.
¿Cómo se desenvuelven las máquinas en un entorno en el que las emociones son parte del ser humano e incluso, en muchas ocasiones, condicionan su actuación?