Alejandra Jiménez, del Grupo Territorio, Género y Extractivismo, dijo que el decreto presidencial sobre el glifosato es un retroceso en el trabajo para prohibir el uso del herbicida.
El grupo Territorio, Género y Extractivimo (TGE) lanzó el pronunciamiento Mujeres en Defensa de Nuestros Territorios, para levantar la voz en contra del uso del glifosato después de que la Secretaría de Agricultura (Sader) enviara un decreto para realizar estudios técnicos que permitan determinar la seguridad de este herbicida.
El decreto fue enviado a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) y la conclusión de estos estudios serán decisivos para promover reformas que establezcan el uso adecuado o prohibición del glifosato. También se plantea promover el uso de otras sustancias entre los agricultores.
Este anteproyecto provocó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) emitiera un pronunciamiento en el que desconoce el decreto. Para Alejandra Jiménez, integrante del grupo TGE, esta medida va en contra de la soberanía alimentaria y la prohibición de transgénicos que prometió Andrés Manuel López Obrador en su campaña.
En entrevista para la Tercera Emisión de IMER Noticias, Jiménez expresó su preocupación por los pasos hacia atrás que está dando el gobierno para prohibir el glifosato y ponga en entredicho el trabajo de la Semarnat, que en noviembre de 2016 avanzó para detener la importación de este herbicida.
El glifosato se ocupa en México desde la década de los ochenta de manera extensiva, su uso se vincula a la producción de cultivos transgénicos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que es precursor del cáncer, y se ha comprobado que afecta al medio ambiente, porque contamina el agua y tierra, además de ser causante de la muerte de abejas.
A pesar de ello, la prohibición de glifosato se obstaculiza porque “los intereses económicos son mucho más fuertes” comentó Jiménez quien lamentó que la urgencia de preservar la diversidad no se tome en cuenta en un momento en que el mundo vive las consecuencias de la agroindustria como detonante de virus y pandemias.
Ante esta situación, al grupo TGE se pronunció para poner el tema en discusión y pedir a otras organizaciones e individuos sumar sus voces, así como respaldar el trabajo que se estaba haciendo en la Semarnat. Hasta el momento se han unido 23 redes nacionales, alrededor de 40 organizaciones y 400 personas en lo individual.