Eduardo Arriagada, catedrático de la Universidad Católica de Chile, subrayó que para la aprobación de la Carta Magna que sustituirá a la actual no bastará con una mayoría simple, si no que será necesario congregar al 70% de los constituyentes que serán elegidos en abril.
Redacción / IMER Noticias
Tras el histórico plebiscito que determinó la redacción de una nueva Constitución para Chile, la ciudadanía de ese país tendrá que definir su forma de organización a través de seis elecciones en los próximos dos años.
Así lo destacó Eduardo Arriagada, catedrático de la Facultad de Comunicaciones en la Universidad Católica de Chile, en entrevista para la Primera Emisión de IMER Noticias.
«Vamos a ser un país muy concentrado en la elección de la forma de organizarnos y de las autoridades que van a ejercer esa organización».
Eduardo Arriagada, catedrático chileno
El experto detalló que el proceso para construir la nueva Constitución consta de tres pasos, cada uno con su respectiva cita en las urnas: un plebiscito de entrada, que se acaba de definir; la elección de los constituyentes, que se hará en el mes de abril de 2021 para trabajar entre nueve meses a un año; y el tercero es un plebiscito de salida, para analizar la calidad del producto de este trabajo constituyente. «Si no es considerado bueno por la mayoría de la población, puede ser rechazado», subrayó.
Eduardo Arriagada consideró que las y los chilenos privilegiarán la elección de ciudadanos para integrar la Convención Constituyente, que será la encargada de la redacción de la nueva Constitución.
«Yo creo que la gente va a privilegiar caras nuevas, gente independiente, personas que sean capaces de argumentar, de oír la calle, de entender lo que está pasando y ser capaces de entregar un relato bien articulado; quien en el fondo convierta estos dolores de la gente en párrafos de una constitución mucho más convocante o mucho más integradora, que la que tuvimos hasta ahora».
Eduardo Arriagada, catedrático chileno
Subrayó que para la aprobación de la Carta Magna no basta con una mayoría simple, si no que será necesario congregar al 70 por ciento de los constituyentes que serán elegidos en abril, lo cual «es un desafío tremendo» porque el casi 80 por ciento de la población que votó por el “Apruebo” reúne ideologías muy distintas.
«Seguramente en ciertos temas la izquierda va a tener que ceder a favor de temas de orden, desarrollo económico y crecimiento. Y en otros temas la derecha va a tener que ceder en términos de protección social, en temas de salud, previsión y la atención a los mayores. Hay temas en los que cada uno de los sectores va a tener que ceder y eso para la cultura política chilena es como reinventar todo, porque hasta ahora ellos han estado felices en su trinchera manteniendo sus cuotas de poder, la alternancia que cada cierto año van llegando al gobierno, unos primero, los otros después».
Eduardo Arriagada, catedrático chileno
Al respecto, agregó que el país está muy dividido entre una élite que ha mantenido ciertos beneficios, y ha abusado de ellos, y el resto del país que dice “esto hay que cambiarlo”.
«El Estado en Chile tiene que estar focalizado en la lucha por los más vulnerables y en sacar a los más vulnerables de su situación de desmedro. La razón de ser de la política ha de ser proteger a los que no tienen capacidades de dar sus propias batallas y yo creo que el Estado tiene que reenfocarse; hemos tenido un tiempo muy largo y una de las grandes carencias que tuvimos la representa muy bien una idea sobre la impotencia del poder».
Eduardo Arriagada, catedrático chileno
Finalmente, Eduardo Arriagada comentó que la clase política está en un estado de perplejidad, porque no se esperaba estos resultados.
«Con quien yo conversaba temía que hubiera un grupo enorme de gente del rechazo que no se atrevía a contestar la encuesta. Nadie creía que iba a ser tanta la diferencia, que iba a ser tanta la convocatoria de necesidad de cambio en la constitución».
Eduardo Arriagada, catedrático chileno
Te recomendamos:
Tras histórico plebiscito, Chile redactará nueva Constitución