Alejandra Ramos Jaime, economista y fundadora de una asociación civil ambientalista, explicó en qué consiste el efecto cobra y por qué aplica al programa Sembrando Vidas.
El programa Sembrando Vida persigue un objetivo pertinente: eliminar la pobreza de la población rural a través de otorgarle un apoyo económico por trabajos de reforestación. Sin embargo, tras un análisis realizado por la especialista en políticas públicas en materia ambiental, Alejandra Ramos Jaime, los efectos son adversos.
Alejandra Ramos Jaime, economista y fundadora de la organización civil Proyecto Taan, lo compara con el “efecto cobra”, como se le conoce en a los programas cuyos resultados son opuestos a los planteados.
Esto ocurre cuando no se toma en cuenta lo que pueden provocar los incentivos de estas estrategias, explicó la especialista en entrevista para la Tercera Emisión de IMER Noticias.
En su análisis encontró que el programa, propuesto por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, “incentiva a la población a deforestar áreas naturales para después cobrar un subsidio” debido a la falta de claridad en los lineamientos.
Otros factores identificados como parte del problema son el pago por adelantado y el tiempo de entrega de las plantas que ponen en riesgo la vida de las mismas.
Si ese tipo de incentivos no se contemplan, el proyecto puede resultar “dañino para el ambiente y para el erario público”, porque el presupuesto de Sembrando Vida que mantiene este año es de 28 mil millones de pesos y en comparación con el de los organismos encargados de cuidar las áreas protegidas supera 30 veces el de la Comisión de Áreas Protegidas y 10 veces el de la Comisión Nacional Forestal.
Sin embargo, para Ramos Jaime es posible ajustar el programa para lograr su objetivo si se integra un análisis del proyecto a la estrategia.