Alrededor de un millón de toneladas se pierden cada año en el mar. Las “redes fantasma” son máquinas de matar que amenazan a miles de peces, por lo que es importante tomar acciones globales para prevenir su impacto en la fauna marina.
IMER Noticias
La campaña “Océanos libres de plásticos” busca sumar a países al tratado global de plásticos. Hasta ahora se han reunido 1.9 millones de firmas en el mundo y la meta son los dos millones.
Recientemente se han enfocado en las llamadas “redes fantasma“, que son las redes de pesca abandonadas, los desechos plásticos más letales para las especies marinas. La amenaza es tan grave que se calcula que, a nivel mundial, el 66% de los mamíferos marinos, el 50% de las aves marinas y todas las especies de tortugas marinas han quedado atrapadas, causándoles lesiones o la muerte.
“Son literalmente máquinas de matar que se encuentran a la deriva y que pueden tardar hasta 100 años en degradarse”
María José Villanueva, directora de Conservación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en México, explica que se trata de un problema poco visibilizado del que es importante tomar acción y exigir a nuestros gobiernos, al sector pesquero y privado que también tomen acción para solucionarlo.
Además de tener un fuerte impacto ambiental, estas redes fantasma atentan también contra la fuente de trabajo y de alimento de miles de personas
“Las redes fantasma están pescando activamente, sin control. Se calcula que el 90 por ciento de las especies que capturan son de valor comercial”
Un millón de toneladas de artes de pesca (redes, aparejos, cuerdas) se pierden al año en el mar, advierte Villanueva.
Hay un hueco muy grande en la información de dónde se encuentran estas redes. Por fortuna, María José comenta que hay interés por parte del Gobierno de México por empujar el tema de las redes fantasma.
La WWF México postula tres principales acciones. Las primeras son las preventivas; es importante que gobiernos y organizaciones internacionales promuevan regulaciones.
“Las redes fantasma no tienen fronteras. Una red que se puede ver en la costa del Pacífico en México, puede terminar en las costas de Japón. No hay barreras para estas redes que están haciendo daño constantemente”
Por ello es importante una política y acuerdo internacional. Actualmente ya existe la iniciativa global para redes fantasma, una instancia no vinculante, pero que sirve de plataforma para que los países se adhieran. México no es parte de esa iniciativa.
También son necesarios espacios para la recolección de las redes. Muchas veces los pescadores, añade Villanueva, no saben qué hacer con las redes que ya no les funcionan y terminan tirándolas al mar.
Finalmente están las medidas correctivas, que son desarrollar redes biodegradables, diseñarlas con puertas de exclusión de algunos animales, o finalmente la mitigación, con programas para retirar las redes fantasma. Sin embargo, esta medida es altamente costosa, por lo que lo ideal sería invertir en la prevención para que esas redes nunca lleguen al mar.
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