Miriam Grunstein, investigadora y consultora en Energía, cuestionó que las energías renovables sean la causa del apagón masivo que afectó a 10 millones de usuarios el pasado 28 de diciembre.
Redacción IMER Noticias
Tras el anuncio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) sacaría de operación parte de la generación renovable intermitente para asegurar la confiabilidad del sistema nacional, la doctora Miriam Grunstein sostuvo que hasta ahora no hay una explicación clara por parte de la CFE sobre el desbalance que provocó el apagón del pasado 28 de diciembre.
En entrevista para IMER Noticias, la investigadora y consultora en Energía consideró que la falla en el sistema eléctrico puede tener su origen en la falta de mantenimiento de las líneas de transmisión.
«Yo no creo que las energías renovables intermitentes tengan algo que ver (con el apagón masivo), porque ellas sólo generan el 7 por ciento de la electricidad en México. ¿Cómo el 7 por ciento de la electricidad en México va a causar un apagón que afecte a 10 millones de usuarios? No tiene sentido.»
Miriam Grunstein, investigadora y consultora en Energía
Señaló que es una imputación injusta contra los generadores particulares. Enfatizó que existe una animadversión de la CFE hacia las energías renovables intermitentes y afirmó que «sería grave» que se aproveche la coyuntura para sacar de operación a esas fuentes de energía.
En este sentido, Grunstein Dickter advirtió que se trata de una «vendetta» con nombre y apellido de Manuel Bartlett en contra de los operadores privados.
«Hay quienes piensan que Bartlett programó el apagón para tener una excusa para hacer valer el acuerdo que ha sido rechazado en tribunales. En principio, me resisto a creer una hipótesis tan demencial, pero tampoco la doy por descartada.»
Miriam Grunstein, investigadora y consultora en Energía
La especialista consideró que sacar a los particulares de la generación de energías renovables intermitentes representaría la pérdida de miles de millones de dólares de inversión y «nos meteríamos en un problema jurídico muy gordo», aunque el usuario final no lo resentiría tanto.
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