El pasado viernes 6 de noviembre por mayoría de dos votos contra uno, las magistradas que integran el Tribunal Colegiado en Materia del Trabajo y Administrativa en el Estado de Yucatán, determinaron mantener la suspensión de las operaciones de la mega-granja porcícola de más de 49 mil cerdos. Las magistradas tomaron en cuenta los posibles riesgos que la actividad de esta mega-granja porcícola representaba para el medio ambiente, el agua y la niñez de las comunidades mayas de esa zona del estado de Yucatán.
Redacción / IMER Noticias
En entrevista para IMER Noticias Primera Emisión, Viridiana Lázaro, especialista en Agricultura y Cambio Climático de Greenpeace México nos contó sobre los agravios que ocasionan estas granjas porcícolas al medio ambiente.
“En los últimos años la industria porcícola, principalmente en el estado de Yucatán y de manera regional en la Península de Yucatán, ha crecido de manera muy acelerada y de manera desordenada. Nosotras en un estudio que hicimos recientemente en Greenpeace México, encontramos que existen 257 granjas porcícolas en alguna base de datos oficial, sin embargo, el 90% de estas granjas no cuenta con un permiso medioambiental, es decir, no cuentan con manifestaciones de impacto ambiental, lo cual es muy grave. Además, también hicimos análisis de agua y encontramos que el 60% de las muestras no cumplen con la norma 001 de la Semarnat, en cuanto a los contaminantes de nitratos, nitritos y amonio, lo cual es muy grave. Además, de que la totalidad de las muestras de agua rebasan, los límites de la norma 127 de la secretaría de salud, la cual dicta los límites permisibles para el consumo y el uso humano del agua, lo cual es muy grave”.
Viridiana Lázaro, especialista en Agricultura y Cambio Climático de Greenpeace México
La activista de Greenpeace señaló que los megaproyectos del Gobierno Federal en la región intensifican el daño ocasionado por las granjas porcícolas. Por lo que, dijo, interpusieron una denuncia contra la construcción del Tren Maya.
“Hay que ver todos estos proyectos y megaproyectos extractivistas. No son problemas aislados, sino que todos están contribuyendo a que haya un impacto sobre la Península de Yucatán, sobre el acuífero Maya, sobre la selva Maya que principalmente afecta a las comunidades y los pueblos indígenas. Respecto al tren Maya, nosotros no apoyamos estos proyectos de infraestructura que atentan contra el medio ambiente y contra las comunidades indígenas, por lo tanto, también nosotros interpusimos una denuncia popular para ver este problema de manera sistémica con respecto a las granjas porcícolas. El 26 de octubre, nosotros interpusimos una denuncia popular ante la Profepa y la Semarnat para denunciar que exista una revisión minuciosa de todas las granjas porcícolas que lleva ya, desde la revisión de cómo se obtienen las porciones de tierra hasta los permisos ambientales y las manifestaciones impacto ambiental.
Viridiana Lázaro, especialista en Agricultura y Cambio Climático de Greenpeace México
Viridiana Lázaro enfatizó que es primordial que se informe a las poblaciones indígenas sobre los proyectos que impactan en sus territorios.
“Además de que se debe dar información a las comunidades, se les tiene que dar acceso a la información clara y culturalmente adecuada para que puedan tomar decisiones en cuánto a sus territorios. Y por último también pedimos que se dé la revisión de los delitos, que no se respeta la normatividad en cuanto a la contaminación del agua, por lo que pedimos la revisión de los delitos por parte de la Fiscalía General de la República y en el caso de que se encuentren delitos, pues se proceda”.
Viridiana Lázaro, especialista en Agricultura y Cambio Climático de Greenpeace México
Sobre como estas granjas porcícolas dañan los recursos en el Anillo de cenotes en el área natural con protección estatal, la activista comentó que se deben proteger estos sitios ya que también es una fuente de empleo para sus habitantes.
“Está en este Anillo de cenotes que es una reserva, un área natural protegida, también es un sitio Ramsar, lo que significa que es considerado a nivel internacional de importancia para protección de los humedales y el de las aves en todo el mundo, por lo tanto, se debería proteger esta zona como zona de recarga de agua. Además, es una fuente de empleo para las comunidades, las comunidades están muy preocupadas porque ellos, en esa zona específicamente, viven del turismo y con la granja porcícola que alberga 49,000 cerdos, ya no era posible realizar esto por el olor tan pestilente que proviene de esta granja. Además de que hay un riesgo muy elevado de que se pueda contaminar los cenotes de manera localizada y qué esto puede causar un daño irreparable a largo plazo y no sólo para la comunidad, sino para todas las personas en la Península de Yucatán y para todos los mexicanos, porque éste es un sitio de importancia internacional y nacional ya que alberga dos terceras partes del agua renovable de todo el país”.
Viridiana Lázaro, especialista en Agricultura y Cambio Climático de Greenpeace México
Sobre la existencia de algún plan para estas plantas porcícolas, Viridiana Lázaro señaló.
“Se tiene que revisar minuciosamente todas las granjas porcícolas para que cumplan con todos los permisos ambientales y acaten la ley. Además, se debe ver como un cambio sistémico, se tiene que comenzar a transitar hacia formas ecológicas de producir alimentos, no en estas fábricas industrializadas, que también recordemos, son el caldo de cultivo para que se genere nuevas enfermedades por las grandes cantidades de antibióticos y por las grandes cantidades de contaminantes a los que están predispuestos estos animales. Y esto también es muy grave para todas las personas porque como mencioné se puede generar una pandemia a partir de estas granjas porcícolas industriales”.
Viridiana Lázaro, especialista en Agricultura y Cambio Climático de Greenpeace México
Sobre como la sociedad puede aportar a que no se dañe más el medio ambiente, la activista señaló que se debe reducir el consumo de carnes rojas y o consumir de productores locales que no dañan al medio ambiente.
“Actualmente en México se consumen 64 kilogramos de carne por persona al año, cuando según un estudio que realizó Greenpeace menciona que lo ideal sería consumir 16 kilogramos al año. Por lo tanto, se está consumiendo 4 veces más de lo que se considera pertinente, tanto para el cuidado del medio ambiente como para el cuidado de nuestra salud. Porque recordemos, que también está catalogado por la OMS, la carne roja, como probable cancerígeno. Entonces estamos ayudando tanto al medio ambiente como nuestra salud si reducimos nuestro consumo de carne y si decidimos consumir carne, pues hacerlo de una carne que sepamos que no está dañando el medio ambiente ni a las comunidades mayas.
Viridiana Lázaro, especialista en Agricultura y Cambio Climático de Greenpeace México