Habitantes arrojan sus desechos en barrancas o en cuerpos de agua.
Redacción IMER Noticias
Diez años después, la Ciudad de México tiene zonas donde sus habitantes carecen de servicios básicos como el drenaje y se mantienen en condiciones de precariedad, dijo Baruch Sangines, geógrafo de la UNAM, al continuar con el análisis de los resultados del Censo de Población y Vivienda 2020.
Explicó que los servicios básicos son uno de los principales indicadores para medir la pobreza urbana y, en este caso, el drenaje se ha mantenido ausente por más de una década en zonas periféricas de la capital del país.
De acuerdo con el Censo, de las 2 millones 757 mil 433 viviendas habitadas que hay en la Ciudad de México, el 5.1% tiene una fosa séptica para los desechos, mientras que un 0.4% realiza las descargas en barrancas o en cuerpos de agua o en otro lugar, pero el 0.2% no tiene drenaje.
Al sur de la ciudad está San Gregorio Atlapulco, donde muchas familias se mantienen sin este servicio básico; al oriente, en la zona de Guelatao, por Iztapalapa, hay colonias que se han mantenido 10 años sin drenaje, y lo mismo ocurre al norte, en la zona de Santa Isabel Tolá, en la cercanía con el Cerro del Tepeyac.
“Estas zonas periféricas se mantienen con estas condiciones 10 años después. No hay tanto como para echarle la culpa a un partido político, sino más bien voltear a ver a todos los partidos políticos, a todos los gobiernos, tanto locales como el central, que han fallado en mantener esta zona con este tipo de servicios”.
Baruch Sangines dijo que otros servicios, como el acceso a la electricidad o al Internet representan también un rezago, diez años después.
“Yo creo que sí hay que poner el ojo y ponernos la meta como ciudadanía y gobierno y esperamos que para 2030 estos resultados cambien completamente y estas zonas que históricamente se han visto precarizadas y empobrecidas en cuestión de infraestructura y servicios cambien ya hacia algo más positivo porque también merecen las mismas condiciones que gozamos en otras zonas de la ciudad”.
En todo el país, de acuerdo con los datos del Censo 2020, el 99 por ciento de las viviendas particulares habitadas tienen energía eléctrica, el 96 por ciento tiene agua entubada y el 78 por ciento cuenta con drenaje conectado a la red pública.