Evadía hasta 500 mil millones de pesos, pero Hacienda le puso un alto.
IMER Noticias
La evasión fiscal en México le ha costado al erario hasta 500 mil millones de pesos anuales, debido a una red de empresas que simulaba operaciones con facturas falsas y que recibía el apoyo internacional.
El Sistema de Administración Tributaria (SAT), en coordinación con instituciones académicas como la UNAM y el IPN, presentó los resultados del estudio “Evasión tributaria: análisis de redes” realizado el año pasado, en el que se identificó el modus operandi de esas Empresas que Facturan Operaciones Simuladas (EFOS).
Arturo Huerta, académico de la Facultad de Economía de la UNAM, explicó que se utilizaron teorías y métodos de análisis de ciencia de redes y de ciencia de datos que permitieron identificar los mecanismos de operación y asociación de esas empresas.
De esa manera detectaron el caso de una red de contribuyentes compuesta por 40 por ciento de estas empresas factureras.
“Las empresas lo que hacen es sobrefacturar compras y subfacturar ventas y dicen que no hubo ganancias y no pagan impuestos. De ahí que el SAT se fue directamente a investigar estas cuestiones de las fuertes compras que realizaban y encontró que eran facturas falsas, que no había compra de servicios”.
Estas empresas que facturan operaciones falsas fueron detectadas en los sectores de comercio, construcción y minería de México, apoyadas por empresas de varios países que realizaban sus movimientos a través de Internet.
El estudio también reveló que las empresas no sólo emitían facturas falsas, sino que además evadían sus obligaciones tributarias utilizando a los trabajadores.
“Otro estudio del Politécnico señala la evasión de sueldos y salarios. Otras redes patronales evaden las obligaciones tributarias del Impuesto Sobre la Renta de la nómina de los trabajadores, poniendo a los trabajadores en varias nóminas, donde unas empresas se comprometen a pagar los salarios y de hecho los registran con bajos salarios, y otras empresas se comprometen a pagarles el aguinaldo, viáticos, etcétera, con la perspectiva de evadir el pago de impuestos”.
En el caso de las empresas dedicadas al outsourcing se detectó que eludieron más de 200 mil millones de pesos anuales, mientras que aquellas que emitieron comprobantes fiscales de operaciones inexistentes rebasó los 300 mil millones de pesos.
Al intervenir el SAT y requerir a esas empresas evasoras, se pudo lograr una recaudación de 0.8% al cierre de 2020, una cifra que parecería baja, pero no para el académico Arturo Huerta.
“El que el SAT haya aumentado la recaudación de 0.8% cuando hubo una caída de la actividad económica de 8.5% se debe en gran medida al golpe que les dio a estas empresas factureras”.