Marco Antonio Toh Ehuán, presidente de Derechos Humanos en Quintana Roo, dice que falta capacitación y profesionalización a los policías.
Escucha la entrevista con el ombudsman quintanarroense en la segunda emisión de IMER Noticias.
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La Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo insistió en la necesidad de que las corporaciones policiacas cuenten con capacitación y profesionalización para casos de arresto administrativo, como el ocurrido el domingo en Tulum, donde una mujer de origen salvadoreño fue asesinada tras ser sometida por policías.
Marco Antonio Toh Ehuán, presidente de Derechos Humanos en esa entidad, dijo que se han mantenido en contacto con las autoridades estatales y están a la espera de los resultados de la investigación para darles respuestas a los familiares de la víctima y acreditar todo lo que se pueda a su favor.
“Hay que insistir no solamente en los cursos de capacitación, sino también en la profesionalización y en casos específicos no olvidar algo que es como la Biblia de los policías, que es el protocolo facultativo para evitar el uso indebido de la fuerza, que en este caso fue lo que impidió que hubiera un buen trabajo policial”.
Dijo que el asesinato de la mujer es condenable y horrendo y pidió que se investigue con toda la veracidad posible.
“Es desafortunada la falta de activación de protocolos en este caso. Originariamente obedece a un tema de arresto administrativo y es mucho más lamentable que no se tomaran las medidas de auxilio pertinentes, por eso mismo estamos tras el hecho y pedimos que se investigue con toda la veracidad posible y por supuesto a sujetarnos conforme a lo que marca la ley para que también nosotros estemos en la posibilidad de emitir la resolución correspondiente”.
Este lunes, los cuatro policías –tres hombres y una mujer– implicados en el asesinato de la salvadoreña Victoria Salazar fueron trasladados a un centro de retención, tras ejecutárseles acción penal por el probable delito de feminicidio.
La Fiscalía quintanarroense informó que la mujer presentó una fractura en la parte superior de la columna vertebral, atribuida a una desproporcionada e inmoderada técnica de control corporal por parte de los policías.
