Enumera una serie de factores que podrían restarle impacto a la vacunación en el país.
IMER Noticias
La estrategia de vacunación contra el covid-19 está equivocada porque no incide en zonas con más población, contagios y muertes y porque no se consideró la amplia experiencia que tiene México en este rubro, opinó el profesor e investigador Andreu Comas García, del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina, de la UASLP.
Por un lado, dijo que la estrategia para vacunar a adultos mayores de 60 años se está concentrando en poblaciones alejadas y menos pobladas. Por ejemplo, en la Ciudad de México la vacunación empezó en las alcaldías Milpa Alta, Cuajimalpa y Magdalena Contreras, en vez de Iztapalapa, que es una demarcación con mayor densidad poblacional.
“Para que la estrategia pudiera tener un impacto en la vacunación, ya sea en cortar la transmisión y disminuir hospitalización y mortalidad, debería darse esta vacunación en las zonas de mayor transmisión y con mayor impacto, es decir, con el mayor número de hospitalizaciones y con el mayor número de muertes, para que así la vacunación pudiera tener un efecto temprano en la epidemia. Simplemente ahorita lo que se está haciendo es vacunar a poblaciones que no están participando en el grueso de la transmisión”.
Andreu Comas García señaló que el gobierno de México ha prescindido de una tradicional estrategia de vacunación que había funcionado, para dar paso a una estrategia paralela que no da resultados.
“México es el país con más experiencia a nivel mundial en vacunación masiva y México no está utilizando las herramientas que tiene para estrategias de vacunación masiva y está inventando estrategias paralelas que no están brindando los resultados. Teníamos toda una serie de brigadas de personal entrenados para ir casa por casa para aplicar vacunas; dos, este plan se aplicaba muy eficientemente en centros de salud y hospitales, y tres, se podía aplicar una gran cantidad de vacunas en un solo día, cosa que no está pasando”.
También señaló dos errores más: uno, que el gobierno mexicano no permitió la participación de la iniciativa privada, y dos, que la distribución de vacunas la está haciendo la Sedena, en vez de utilizar el plan de distribución que tradicionalmente ha dado resultados al país.
Expuso que aún hay tiempo para corregir el rumbo en la estrategia de vacunación.
“Lo más sensato sería, primero, terminar de vacunar rápidamente a todo el personal de salud; segundo, continuar con la vacunación, empezando por las áreas de mayor incidencia en infecciones y mortalidad, y asegurar que toda persona que reciba una primer dosis en tiempo y forma va a recibir una segunda dosis. Mientras no se cambie el uso de la vacuna de un motivo electoral a un motivo de salud pública no habrá impacto”.